Entre la infinidad de artículos, documentales, homenajes, conferencias y libros sobre el centenario de Herbert von Karajan, que se cumple este 5 de abril, circula casi una única interrogante: en qué exacta proporción han intervenido la fama y el talento para crear la figura mítica de Von Karajan.
Desde que tomó la dirección de la Orquesta Filarmónica de Berlín en 1954 hasta que la abandonó en 1989, Von Karajan grabó más de 700 discos y cds que se vendieron en más de 100 millones de copias.
Sus apariciones en salas y sus grabaciones para radio y televisión estaban preparadas para causar un efecto cuidadosamente calibrado. Tanto se aplicó en este propósito que en 1982 creó una empresa dedicada a filmar su legado, Telemondial, en la cual él también dirigía las cámaras.
Montajes
Muchas de las tomas que vemos de sus conciertos y que consideramos características de su estilo, fueron grabadas separadamente. Su resultado es el rostro concentrado o el puño que oscila entre ala y garra, para enfatizar un efecto de patetismo.
Pero el gesto característico de la cabeza caída y los ojos cerrados, que para los espectadores es un símbolo de concentración absoluta, para los músicos era una actitud desconsiderada y hasta denigrante.
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Desde que tomó la dirección de la Orquesta Filarmónica de Berlín en 1954 hasta que la abandonó en 1989, Von Karajan grabó más de 700 discos y cds que se vendieron en más de 100 millones de copias.
Sus apariciones en salas y sus grabaciones para radio y televisión estaban preparadas para causar un efecto cuidadosamente calibrado. Tanto se aplicó en este propósito que en 1982 creó una empresa dedicada a filmar su legado, Telemondial, en la cual él también dirigía las cámaras.
Montajes
Muchas de las tomas que vemos de sus conciertos y que consideramos características de su estilo, fueron grabadas separadamente. Su resultado es el rostro concentrado o el puño que oscila entre ala y garra, para enfatizar un efecto de patetismo.
Pero el gesto característico de la cabeza caída y los ojos cerrados, que para los espectadores es un símbolo de concentración absoluta, para los músicos era una actitud desconsiderada y hasta denigrante.
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