El hecho de cumplir años ya no tiene por qué ir asociado a perder centímetros de altura. El truco reside en practicar yoga. Esta modalidad milenaria de ejercicio, procedente de la India, ha demostrado su eficacia a la hora de mejorar el equilibrio, la flexibilidad y la rapidez al caminar de un grupo de ancianas que han participado en un trabajo llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Temple (EEUU).
"En realidad, la explicación que hemos encontrado [de por qué las féminas no menguaban] es que gracias a esta actividad física las participantes se encontraron más ágiles; de manera que eran capaces de caminar más erguidas", explican los autores de la investigación.
Éstos escogieron a 24 mujeres mayores de 65 años que practicaron una hora y media de yoga dos veces por semana. Las posturas que los monitores enseñaron a las féminas fueron muy básicas (levantarse, permanecer en equilibrio sobre uno o los dos pies, inclinarse hacia los lados...), pero fueron ganando en intensidad a medida que avanzaba el seguimiento.
Al finalizar, todas las mujeres caminaban más deprisa, cubrían distancias más largas y tenían mejor equilibrio (eran capaces de sostenerse a la pata coja durante un periodo prolongado). Los especialistas están tratando de realizar más trabajos para determinar si esta modalidad de yoga podría usarse como herramienta preventiva de caídas en ancianos.
El mundo.es
"En realidad, la explicación que hemos encontrado [de por qué las féminas no menguaban] es que gracias a esta actividad física las participantes se encontraron más ágiles; de manera que eran capaces de caminar más erguidas", explican los autores de la investigación.
Éstos escogieron a 24 mujeres mayores de 65 años que practicaron una hora y media de yoga dos veces por semana. Las posturas que los monitores enseñaron a las féminas fueron muy básicas (levantarse, permanecer en equilibrio sobre uno o los dos pies, inclinarse hacia los lados...), pero fueron ganando en intensidad a medida que avanzaba el seguimiento.
Al finalizar, todas las mujeres caminaban más deprisa, cubrían distancias más largas y tenían mejor equilibrio (eran capaces de sostenerse a la pata coja durante un periodo prolongado). Los especialistas están tratando de realizar más trabajos para determinar si esta modalidad de yoga podría usarse como herramienta preventiva de caídas en ancianos.
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