A veces no se necesita ser "guru" para poder formarse una idea bastante precisa de lo que con alta probabilidad nos depara el futuro. A veces basta con analizar información basada en proyecciones demográficas muy sólidas.
El gráfico de arriba refleja la proyección, para el caso de Nicaragua, sobre la evolución esperada de la relación entre la población en edad de trabajar (15-64 anos), que constituye la fuerza de trabajo potencial de la sociedad, y la población que ya habría alcanzado y pasado la edad de retiro (mayores de 64 anos).
La proyección indica que en 2005 existían 14.4 personas en edad de trabajar por cada persona mayor de 64 anos. Esto significa que existían 14.4 personas con capacidad potencial de trabajar y generar ingresos por cada persona que ya había pasado la edad de trabajar y generar ingresos. Puede parecer una buena relación, pero el problema es que de la población en edad de trabajar solo una parte, alrededor del 70%, se convierte en fuerza de trabajo o población económicamente activa; y que alrededor del 70% de esta población económicamente activa únicamente logra acceder a ocupaciones precarias e informales, que mantienen a quienes las desempeñan por debajo del umbral de la pobreza.
Estos trabajadores perciben ingresos muy bajos, y al arribar a la edad de retiro, la absoluta mayoría no habrá logrado acumular siquiera un mínimo de ahorro para la vejez. Los segmentos poblacionales de bajos ingresos no tienen capacidad de ahorro para enfrentar la vejez: esta fue la causa de fondo por la que al fin se comprendió que el sistema de ahorro privado para pensiones no tenía ninguna viabilidad en Nicaragua.
Por lo demás, solo alrededor del 21% de la población económicamente Activa esta afiliada al Seguro Social.
Ver información completa, aquí
Comments