Sólo un pueblo tuvo 10.000 víctimas mortales
Las infraestructuras están muy dañadas y el ciclón afectó a zonas arroceras
Laura Bush aseguró que si el Gobierno da luz verde, EEUU se implicaría más
ELMUNDO.ES
MADRID.- El ministro de exteriores del Gobierno de Myanmar, el general Nyna Win, compareció en la televisión estatal para ofrecer un nuevo balance de víctimas del ciclón 'Nargis'. Según los últimos datos, la cifra de muertos asciende a las 15.000, aunque se reconoce que aún no se trata de un número cerrado. Estima, además, que de esa cantidad, diez mil perecieron en una misma localidad, Bogalay. El informe se completa con 3.000 desaparecidos y cientos de miles de desplazados.
Es el balance en daños personales que deja el ciclón 'Nargis' a su paso por Myanmar, lo único cuantificable toda vez que el desastre, traducido a daños materiales es por el momento imposible. La que ya es la mayor catástrofe natural sufrida en el continente asiático después del 'tsunami' de 2004 ya ha dejado calificativos 'in situ' como de 'zona de guerra'. Adjetivos que describen la violencia de un fenómeno que aún seguirá engrosando sus siniestras cifras de víctimas.
Y es que el goteo de noticias sobre el aumento de muertos y/o desaparecidos parece incesante. Es el resultado de los vientos de hasta 240 kilómetros por hora que, la noche del viernes al sábado, asoló al país, especialmente a la zona sur del mismo, donde la ola de destrucción dejó miles de viviendas destruidas y las infraestructuras básicas de agua y comunicaciones seriamente dañadas. Sin embargo, ninguna población aparece más castigada que Bogalay, una localidad que llora la pérdida de cerca de 10.000 de sus habitantes.
Además, el futuro queda igualmente en entredicho, ya que el paso del ciclón afectó a una zona vital para la cosecha de arroz, en la que el país se encuentra como uno de los principales productores de la región. Este hecho preocupa a la ONU, que tema un posible desabastecimiento en la zona.
Ante tal situación, hasta la férrea Junta Militar que rige a la antigua Birmania se ha plegado ante la perentoria necesidad de sus ciudadanos y ha aceptado la ayuda internacional por parte de Naciones Unidas. Según Nyna Win, la 'apertura' queda justificada "porque nuestra población está pasándolo mal".
Ver información completa y video, aquí
Las infraestructuras están muy dañadas y el ciclón afectó a zonas arroceras
Laura Bush aseguró que si el Gobierno da luz verde, EEUU se implicaría más
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MADRID.- El ministro de exteriores del Gobierno de Myanmar, el general Nyna Win, compareció en la televisión estatal para ofrecer un nuevo balance de víctimas del ciclón 'Nargis'. Según los últimos datos, la cifra de muertos asciende a las 15.000, aunque se reconoce que aún no se trata de un número cerrado. Estima, además, que de esa cantidad, diez mil perecieron en una misma localidad, Bogalay. El informe se completa con 3.000 desaparecidos y cientos de miles de desplazados.
Es el balance en daños personales que deja el ciclón 'Nargis' a su paso por Myanmar, lo único cuantificable toda vez que el desastre, traducido a daños materiales es por el momento imposible. La que ya es la mayor catástrofe natural sufrida en el continente asiático después del 'tsunami' de 2004 ya ha dejado calificativos 'in situ' como de 'zona de guerra'. Adjetivos que describen la violencia de un fenómeno que aún seguirá engrosando sus siniestras cifras de víctimas.
Y es que el goteo de noticias sobre el aumento de muertos y/o desaparecidos parece incesante. Es el resultado de los vientos de hasta 240 kilómetros por hora que, la noche del viernes al sábado, asoló al país, especialmente a la zona sur del mismo, donde la ola de destrucción dejó miles de viviendas destruidas y las infraestructuras básicas de agua y comunicaciones seriamente dañadas. Sin embargo, ninguna población aparece más castigada que Bogalay, una localidad que llora la pérdida de cerca de 10.000 de sus habitantes.
Además, el futuro queda igualmente en entredicho, ya que el paso del ciclón afectó a una zona vital para la cosecha de arroz, en la que el país se encuentra como uno de los principales productores de la región. Este hecho preocupa a la ONU, que tema un posible desabastecimiento en la zona.
Ante tal situación, hasta la férrea Junta Militar que rige a la antigua Birmania se ha plegado ante la perentoria necesidad de sus ciudadanos y ha aceptado la ayuda internacional por parte de Naciones Unidas. Según Nyna Win, la 'apertura' queda justificada "porque nuestra población está pasándolo mal".
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