Su muerte, en el amanecer del domingo tras varios días de agonía, conmocionó a generaciones de latinoamericanos que sufrieron las dictaduras de los años 70 y 80. Paseó el nombre de Argentina por los más importantes escenarios del mundo, cantó en el Vaticano en 1994, trabajó con algunos de los mejores cantantes de su tiempo y, aunque impulsó el Nuevo Cancionero y durante toda su vida reivindicó las raíces del folclore argentino, se atrevió con todos los géneros.
- REUTERS
El País
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