La salida de Gadafi no será ni tranquila ni rápida. La intervención militar de momento es sólo una opción pero cada vez más real. El reposicionamiento de la flota mlitar estadounidense da idea de que la comunidad internacional se prepara para una posible respuesta rápida.
Un portahelicópteros y un destructor estadounidenses ya han cruzado el canal de Suez. El portaaviones Enterprise podría hacerlo en breve. La intervención militar de la OTAN está descartada por ahora aunque sus fuerzas militares están muy presentes en el Mediterráneo.
El presidente estadounidense Barack Obama hizo ayer un firme llamamiento a Gadafi, para que se vaya: “La violencia tiene que parar. Muamar Gadafi ha perdido toda legitimidad para gobernar y debe marcharse. Quiero asegurarme de que Estados Unidos tiene plena capacidad para actuar, potencialmente, con rapidez, en caso de que la situación se deteriorase tanto que nos encontrásemos ante una crisis humanitaria”.
El establecimiento en Libia de una zona de exclusión aérea para impedir una masacre está ya sobre la mesa, y cuenta con el visto bueno de Francia y el Reino Unido. Lo afirmaban en París los titulares de Exteriores de los dos países.
“Hemos acordado que la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, y nuestros demás socios, deben seguir preparándose para posibles contingencias, incluida una zona de exclusión aérea, para asegurarnos de que podemos responder rápidamente y con determinación ante lo que suceda en Libia”, señalaba el británico William Hague.
“Francia no piensa que en el contexto actual una intervención militar de la OTAN fuese bien recibida en las orillas del sur del Mediterráneo. Podría ser contraproducente. Dadas las amenazas proferidas por el coronel Gadafi, debemos situarnos en posición para actuar. Por eso hemos dado nuestro visto bueno al establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia”, señalaba Alain Juppé.
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