Las autoridades chinas han elevado al máximo el nivel de alerta por las lluvias torrenciales que azotan siete provincias del centro y este del país. Más de medio millón de personas han tenido que ser evacuadas. Las fuertes lluvias han provocado inundaciones y corrimientos de tierra y han obligado a movilizar al Ejército para ayudar a los damnificados.
Ochenta y ocho localidades han quedado bajo el agua en la provincia de Zhejiang, en el este de China, tras desbordarse un río. Más de 2.000 vecinos han tenido que ser rescatados.
Pekín califica las inundaciones en zonas como la citada provincia de Zhejiang como las peores desde 1955.
Una veintena de personas han muerto en los últimos cuatro días. Tan sólo dos semanas después de que las lluvias torrenciales dejaran más de un centenar de fallecidos y decenas de desaparecidos.
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