La escultura del maestro francés es una de las piezas estrellas que no encuentra propietario en la primera subasta importante del otoño neoyorquino
La bailarina no fue la única mujer en sufrir el plantón de los pujantes de Christie's. La Femme de Venise VII (Mujer de Venecia VII) que el italiano Alberto Giacometti esculpió en 1957 no encontró a nadie dispuesto a pagar los entre 7 y 11 millones de su valoración. Ni la Femme endormie (Mujer dormida) de Pablo Picasso tuvo más suerte: un precio de entre 9 y 13 millones de euros adormeció el interés de los compradores.
De nada sirvió que el jefe del departamento de arte moderno e impresionista de Christie's, Connor Jordan, explicara que la obra representa a la amante del malagueño, Marie-Thérése Walter (1909-1977), y que este la pintara "poco después de descubrir que estaba embarazada".
Sí tuvo más suerte el lienzo The Stolen Mirror, de Max Ernst. La obra, cuyo precio de salida era de tres millones de euros, fue vendida por 10,5 millones. Jordan detalló que Ernst "lo pintó en 1941, poco después de llegar a Estados Unidos huyendo de los nazis y habla de su amor perdido, la mexicana Leonora Carrington, con la que se reunió en este país unos meses después".
Finalmente la puja recaudó algo más de 88 millones de euros, aunque tan solo se vendió el 62% de las obras subastadas.
El País.
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