Francia celebra unas elecciones presidenciales que no pueden escaparse de la crisis. A pesar de que su situación no es tan grave como la de otros países del sur de Europa, el país tampoco está a salvo de los ataques de los mercados. Los principales candidatos, el presidente saliente Nicolas Sarkozy y su rival socialista y favorito François Hollande, deberán hacer frente si pasan este domindo la primera vuelta y uno de los dos es elegido en la segunda a la presión sobre la deuda.
"Francia tiene un problema de deuda y de déficit, pero estos temas son menos serios que en Grecia porque Francia nunca ha mentido, menos serio que en Italia porque la deuda francesa es mucho más baja y menos serio que en España porque el déficit no ha explotado", compara el editorialista económico de 'Les Echos', Jean-Marc Vittoni. "Aunque Francia tiene un problema real de deuda pública al no ser capaz de controlar su gasto público".
La previsión de crecimiento para Francia en 2012 no será negativa, pero se elevará solamente al 0,5 por ciento. Algo insuficiente para impedir un aumento del déficit público hasta el 85% del Producto Interior Bruto y del paro hasta el diez por ciento.
Al tiempo que en las últimos años se ha incrementado la deuda francesa, también se empobrecía el paisaje industrial del país. Las mismas empresas públicas como Renault han deslocalizado su producción hacia el este de Europa y el norte de África. En esta campaña, todos los candidatos han reclamado la vuelta al fabricado en Francia para no alejarse más de su vecino Alemania.
"Francia tiene un problema de deuda y de déficit, pero estos temas son menos serios que en Grecia porque Francia nunca ha mentido, menos serio que en Italia porque la deuda francesa es mucho más baja y menos serio que en España porque el déficit no ha explotado", compara el editorialista económico de 'Les Echos', Jean-Marc Vittoni. "Aunque Francia tiene un problema real de deuda pública al no ser capaz de controlar su gasto público".
La previsión de crecimiento para Francia en 2012 no será negativa, pero se elevará solamente al 0,5 por ciento. Algo insuficiente para impedir un aumento del déficit público hasta el 85% del Producto Interior Bruto y del paro hasta el diez por ciento.
Al tiempo que en las últimos años se ha incrementado la deuda francesa, también se empobrecía el paisaje industrial del país. Las mismas empresas públicas como Renault han deslocalizado su producción hacia el este de Europa y el norte de África. En esta campaña, todos los candidatos han reclamado la vuelta al fabricado en Francia para no alejarse más de su vecino Alemania.
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