Sara Cobo y Gerardo Rodríguez llevan 72 años de casados, son de Abasto, y ayer lo celebraron en Bahía Blanca
Dos abuelos platenses vivieron ayer una jornada inigualable. Sara Magdalena Cobo cumplió 100 años y su esposo, Gerardo Rodríguez, 99 años. Llevan 72 años de casados y en una emotiva ceremonia con familiares y amigos repasaron su vida que los tuvo como grandes protagonistas de la localidad de Abasto.
Desde 2007, Sara y Gerardo se fueron a Bahía Blanca, donde está su hija Stella por razones laborales. De todos modos, siempre están ligados a lo ocurre en La Plata, siguen las noticias a través del diario EL DIA y que él, en uno de sus tantos gestos de amor, le lee a ella en cada jornada para repasar sobre lo que pasa en la ciudad que tienen en su corazón.
Gerardo, fanático hincha de Estudiantes, hace los mandados, se involucra con la actualidad de Bahía Blanca y se lo ve intacto. Trata de no dejar de hacer cada cosa que le gusta. Sara, se queda más en la casa, pero no deja de colaborar con las tareas cotidianas. Ella, en cada oportunidad que tiene, destaca su amor por Gimnasia.
"Es una relación en la que hay mucho amor. Siempre han estado juntos y genera mucha ternura verlos conversar, caminar y cómo él contiene a su esposa", aseguran sus familiares, ganados por la emoción del momento que significó ayer la doble celebración.
Ambos nacieron en Abasto y son hijos de familias tradicionales de la zona. Se conocieron en el campo, mientras cada uno desarrollaba sus actividades cotidianas y laborales. Tienen una hija, Stella, y cuatro nietos: Gerardo (fallecido), Eliana, Leonardo y Hernán.
Sara y "Lalo", tal como los conocen, este fin de semana, como ocurre habitualmente, estuvieron rodeados por el cariño de su familia, quienes le organizaron un festejo especial, con torta compartida y una serie de sorpresas que también llegaron de parte de la Municipalidad de Bahía Blanca. La intendencia de ese distrito les regaló una serenata, que incluyó el feliz cumpleaños, valsecitos y tangos, en uno de los momentos más emotivos de la jornada. Luego, les entregaron un diploma alusivo.
Lalo trabajó gran parte de su vida en un frigorífico de Abasto. "Era todo manual, no había maquinarias. Realmente se trataba de un matadero en el que dejaba todo. Sumamente responsable y solidario", dijo Stella, su hija, en diálogo con este diario.
"Dieron hasta lo que no tenían a los que más necesitaban. Estamos muy orgullosos de ellos", dijeron los familiares de la pareja que ayer fue la gran protagonista de Bahía Blanca.
Siempre estuvieron muy juntos y ese sello lo remarcaron ayer a fuego tras apagar las velas, en un emotivo beso que se hizo eterno tras el canto del feliz cumpleaños de sus seres queridos.
POLITICA Y FUTBOL
Sus afectos ayer remarcaban que el abuelo Gerardo, quien suele seguir palmo a palmo las noticias de la política y el fútbol, está muy "asombrado por la situación política que atraviesa el país". "Lalo" no ha dejado de votar y el año pasado participó de las dos elecciones generales: las primarias y las que luego se realizaron en octubre para elegir presidente, gobernador e intendente. Cuentan que "tuvieron que ponerle un sello al costado de la libreta cívica porque ya no había más lugar".
Tanto Gerardo como Sara muestran sus enormes ganas de vivir cada día. Ambos son muy queridos y reconocidos en el barrio Pedro Pico de Bahía Blanca, donde residen hace un lustro.
Ayer aparecieron sobrinos que residen en La Plata y eso para ellos fue una enorme y grata sorpresa. "Fue un gesto de amor tras otro. Esto realmente los hizo revivir aún más".
"Queremos enviar un saludo enorme a La Plata, a la ciudad que amamos", dijeron los abuelos que ayer fueron protagonistas de una tarde inolvidable para ellos, sus familiares y el barrio.
El Día, Argentina
Comments