Madrid, 17 jun (EFE).- Hace 40 años fueron detenidos cinco hombres en la sede del Partido Demócrata en Washington cuando intentaban colocar micrófonos de espionaje.
La noticia publicada, un día después en el diario estadounidense Washington Post, dio origen al "escándalo Watergate" que costó la presidencia a Richard Nixon.
La información, que se completó con las filtraciones de una fuente conocida como "Garganta Profunda", desveló la trama del comité de reelección del presidente Nixon para conocer todos los movimientos de los demócratas.
Bob Woodward y Carl Bernstein fueron los encargardos de cubrir la historia y descubrir los vínculos entre el Departamento de Justicia, el FBI, la CIA y la Casa Blanca.
La cobertura les valió el premio Pulitzer a los dos periodistas y demostró el poder de la prensa libre así como su papel decisivo en las sociedades democráticas.
Caso Watergate - Cápsulas Históricas
Watergate es el nombre de un edificio de Washington DC, famoso por ser el lugar donde se produjo el mayor escándalo de la política estadounidense de todos los tiempos, lo que obligó a renunciar al entonces presidente Richard Nixon.
Programa "Grandes Personajes", emitido por le canal de la Universidad Católica de Guayaquil, canal 42 uhf y 74 en Tv Cable.
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LA IMAGEN DE TU VIDA - El caso Watergate (1974)
50 aniversario Televisión Española (TVE) "La imagen de tu vida"
EL CASO WATERGATE (1974)
Cinco personas fueron arrestadas por espiar el Comité Nacional Demócrata.
Los periodistas Bernstein y Woodward con la ayuda de un informador, destaparon el caso.
En plena campaña presidencial, Richard Nixon presentó su dimisión.
EL CASO WATERGATE (1974)
Cinco personas fueron arrestadas por espiar el Comité Nacional Demócrata.
Los periodistas Bernstein y Woodward con la ayuda de un informador, destaparon el caso.
En plena campaña presidencial, Richard Nixon presentó su dimisión.
TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE -trailer- (1976)
El allanamiento del cuartel general del partido demócrata en el hotel Watergate de Washington fue pieza clave en la dimisión del presidente Richard Nixon y un momento histórico en la segunda mitad del siglo XX. La investigación que dos periodistas del diario Washington Post hicieron después de una filtración -el llamado garganta profunda- destapo la vergüenza política y puso de manifiesto el poder que la prensa libre puede llegar a tener en el devenir político e histórico. Desde entonces los diferentes gobiernos, grupos políticos, mediáticos o empresariales han intentado condicionar el trabajo de los profesionales para modelar voluntades y minimizar los efectos negativos que ciertas noticias contrarias pueden provocar a sus intereses.
Por eso, cuando volvemos a ver Todos los hombres del presidente tenemos la sensación de que hemos perdido algo, y que este relato austero y periodístico nos descubre un fondo y una forma de trabajar las noticias difícil de igualar hoy en día.
El director de la película, Alan J. Pakula, un realizador de sólidos dramas (Llega un jinete libre y salvaje, La decisión de Sophie...) y otro thriller político (El informe pelícano) dirige de forma lineal y desapasionada (para nada quiere decir desinteresada) la historia de los dos ganadores del premio Pulitzer, los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, vestidos para la pantalla por Robert Redford (B.Woodward) y Dustin Hoffman (C.Bernstein), dos actores de estilos interpretativos diferentes pero perfectamente conjuntados en esta trama donde, a parte de la investigación del grave escándalo político se muestran las relaciones de los dos periodistas con sus superiores y las diferentes visiones de cómo manejar las repercusiones de las hechos destapados. La dimisión del presidente cierra la investigación de los periodistas que en un efecto bola de nieve prosigue a nivel político.
El cine americano post Vietnam nos dejó una buena cosecha de películas cínicas y críticas con un sistema derrotado y humillado por el desastre que esa guerra lejana, desproporcionada y antipopular había dejado en la mentalidad y la sociedad americana. Era un cine reflexivo y pesimista, y aunque todo estaba a punto de cambiar, la adaptación al cine del libro escrito por los dos periodistas es un reflejo vestido de tono documental, pero en el fondo revanchista, de una década manipulada.
Destacan también sus actores de reparto: Jason Robards (ganador de un Oscar al mejor actor secundario por su papel en este film y otros premios concedidos por otras instituciones), Martin Balsam, Hal Holbrook, etc..., los otros tres premios de la academia del que sobresale la concesión al mejor guión y, como hecho histórico, la inclusión de la película dentro de la librería del congreso americano por ser considerada «cultural, histórica, o estéticamente significativa».
Interesante revisarla en épocas de podredumbre política (que por desgracia para nosotros es casi siempre).
Por eso, cuando volvemos a ver Todos los hombres del presidente tenemos la sensación de que hemos perdido algo, y que este relato austero y periodístico nos descubre un fondo y una forma de trabajar las noticias difícil de igualar hoy en día.
El director de la película, Alan J. Pakula, un realizador de sólidos dramas (Llega un jinete libre y salvaje, La decisión de Sophie...) y otro thriller político (El informe pelícano) dirige de forma lineal y desapasionada (para nada quiere decir desinteresada) la historia de los dos ganadores del premio Pulitzer, los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, vestidos para la pantalla por Robert Redford (B.Woodward) y Dustin Hoffman (C.Bernstein), dos actores de estilos interpretativos diferentes pero perfectamente conjuntados en esta trama donde, a parte de la investigación del grave escándalo político se muestran las relaciones de los dos periodistas con sus superiores y las diferentes visiones de cómo manejar las repercusiones de las hechos destapados. La dimisión del presidente cierra la investigación de los periodistas que en un efecto bola de nieve prosigue a nivel político.
El cine americano post Vietnam nos dejó una buena cosecha de películas cínicas y críticas con un sistema derrotado y humillado por el desastre que esa guerra lejana, desproporcionada y antipopular había dejado en la mentalidad y la sociedad americana. Era un cine reflexivo y pesimista, y aunque todo estaba a punto de cambiar, la adaptación al cine del libro escrito por los dos periodistas es un reflejo vestido de tono documental, pero en el fondo revanchista, de una década manipulada.
Destacan también sus actores de reparto: Jason Robards (ganador de un Oscar al mejor actor secundario por su papel en este film y otros premios concedidos por otras instituciones), Martin Balsam, Hal Holbrook, etc..., los otros tres premios de la academia del que sobresale la concesión al mejor guión y, como hecho histórico, la inclusión de la película dentro de la librería del congreso americano por ser considerada «cultural, histórica, o estéticamente significativa».
Interesante revisarla en épocas de podredumbre política (que por desgracia para nosotros es casi siempre).
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