Las fuertes ráfagas de viento, que han tenido lugar durante el fin de semana, han dejado al menos un muerto y una decena de heridos, además de destrozar un centenar de casas.
El fallecido era un hombre de 60 años al que se le cayó la vivienda encima.
Uno de los torbellinos, de más de 800 metros de ancho, arrasó 400 hectáreas de bosque cerca de la ciudad Tuchola. Esa zona del país cuenta con un parque nacional y es muy apreciada en verano por los turistas.
Además de las casas, los tornados derribaron el tendido eléctrico y obligaron a las autoridades a cerrar algunas carreteras, caminos y vías de tren para remover los escombros y los árboles caídos.
Los servicios de emergencia siguen en alerta ante las pesimistas previsiones meteorológicas para los próximos días.
Comments