Las autoridades culpan al "excesivo consumo y al derroche de la gente"
POSADAS.- Puerto Iguazú, uno de los principales destinos turísticos del país, padece por su suministro de agua potable pese a estar a la vera de dos torrentosos ríos como el Paraná y el mismo Iguazú. La ciudad cuenta con alrededor de 60.000 habitantes y se encuentra en crecimiento constante, con lujosos hoteles recientemente inaugurados y miles de visitantes que llegan de todas partes del mundo en la actual temporada estival para recorrer las Cataratas, pero la gente tienen que comprar -a precios caros- agua para beber y sufre constantes cortes del vital servicio para higinizarse o limpiar sus casas.
Al parecer, el problema se presenta por supuestas averías de dos bombas extractoras que traen el agua cruda hasta la planta potabilizadora ubicada en pleno centro. Llamativamente, el gobernaador de Misiones, Maurice Closs, cuya familia es propietaria de un hotel ubicado en la Triple Frontera y su cuñado Marcelo Sánchez ocupa la jefatura de la comuna local, sostuvo que los inconvenientes en parte se deben el "excesivo consumo y al derroche de la gente".
El subsecretario de Gobierno de la Municipalidad, Gustavo Rieb advirtió que la situación es grave. "Buscamos paliar los inconvenientes con la distribución de agua con camiones cisternas propios, del cuerpo de bomberos y de otras instituciones del medio. Ignoramos -insistió el funcionario- hasta cuándo vamos a seguir así".
Es de señalar que el servicio está controlado por el Instituo Misionero de Agua y Saneamiento (Imas). Los vecinos comentan que cuando llaman por teléfono al organismo sólo reciben la respuesta de una máquina.
En tanto, las Cataratas lucen todo su esplendor, con un caudal superior al normal para la época, que hace las delicias de miles de turistas que recorren esta maravilla natural, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984.
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