El lunes pasado estuvimos disfrutando del último Lunes Brassensianos que organiza el trovador Eduardo Peralta en el Mesón Nerudiano. Ahí estuvo Virulo (Alejandro García Villalón) y captamos uno de sus temas.
EL COLIBRÍA
Yo conocí una vez a un colibrí
que estornudaba con las flores,
se Intoxicaba cuando iba al jardín
y le mareaban sus olores.
Azucenas y vicarias
le causaban urticaria,
los jazmines y azahares
problemas estomacales.
Al colibrí de tanto estornudar
se le puso el piquito rojo
no pudo más y decidió emigrar
con una lágrima en los ojos.
Hizo un día sus maletas
y se fue de las violetas
de su colibrí mamá
a vivir a la ciudad.
en un apartamento
gris y todo de cemento.
El colibrí dejó de estornudar
pero andaba deprimido
volando solo por una ciudad,
sin ningún rostro conocido.
Una vida sin colores,
sin jardines y sin flores,
el creyó que se moría,
cuando entro a una librería.
El colibrí de pronto imaginó
que eran los libros como flores
de muchos pétalos y se asomó
a un mundo lleno de colores.
Y voló hasta el horizonte,
por praderas y por montes,
y las flores al pasar
no lo hacían estornudar.
y tanto pudo ver
que quiso y aprendió a leer
Entre los libros iba el colibrí
con su piquito investigando
sin darse cuenta como en un jardín
los textos fue polimizando.
Y cruzó la geografía
con la trigonometría,
luego la filosofía
la llenó de poesía.
Nacieron libros con una visión
distinta del conocimiento
se coloreaba la imaginación
y florecía el pensamiento.
todo se iba intercambiando
y la vida transformando
y la gente que leía
poco a poco comprendía.
y el mundo fue feliz
y todo por un colibrí.
Antes se creía que los adultos mayores perdían neuronas cada día y que la conexión de nuevos circuitos neurales era imposible. Sin embargo, investigaciones recientes indican que muchos factores —entre ellos el ejercicio físico y mental— pueden generar nuevos circuitos neurales y de esta manera ayudar a mantener una efectiva lucidez mental. Ciertas destrezas, como la reacción rápida y la memoria, tienden a declinar cuando se envejece, pero esos declinamientos son muy leves y no interfieren con la vida productiva, debido a que la experiencia y sabiduría de la gente mayor puede contrarrestar ese declinamiento. La investigación sugiere que la gente que le pone nuevos retos a su cerebro, tiene más probabilidad de mantener la función mental activa cuando envejece, y que incluso puede alejar el riesgo de Alzheimer. Por otra parte, dado que la actividad física reduce el estrés y la depresión actúa como un protector de las funciones cerebrales. Los estudios realizados en personas centenarias, s...
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