Vuelven Greta Thunberg y los "Viernes por el futuro"

 

Greta Thunberg vuelve al punto de partida. La famosa activista ambiental sueca ha protestado junto a un grupo de adolescentes frente al parlamento en Estocolmo en un intento de revitalizar el movimiento 'Viernes por el futuro', que había quedado en un segundo plano debido a la pandemia de la COVID-19.

"Tenemos que tratar la crisis climática como una crisis. Es tan simple como eso. La crisis climática nunca ha sido tratada como una crisis, y a menos que la tratemos como una crisis, no seremos capaces de resolverla", explicaba Thunberg

Y así lo entiende la vecina Noruega, uno de los mayores de productores de gas y de petróleo del mundo. El Gobierno financia un costosísimo proyecto para recolectar y almacenar el dióxido de carbono de la atmósfera.

"Sabemos por cada nuevo proyecto que el costo baja. Y alguien tiene que empezar, así que estamos empezando. Lo hacemos porque queremos que esta tecnología se desarrolle para que más gente, más países, más empresas puedan participar en ella en el futuro", afirmaba la primera ministra noruega, Erna Solberg.

El enfoque de Noruega, basado en almacenar las emisiones, no termina de convencer a activistas climáticos, como los que han protestado este viernes en Berlín, que exigen un recorte sustancial de las emisiones de CO2 y el abandono de las energías fósiles. Lo han dicho alto y claro en este retorno del movimiento de los 'Viernes por el futuro'.

Euronews

Thunberg empezó a protestar en solitario frente al parlamento sueco el 20 de agosto de 2018. Estudiantes de todo el mundo siguieron su ejemplo, organizando protestas regulares, y fue invitada a hablar ante líderes políticos y empresariales en conferencias de Naciones Unidas y en el Foro Económico Mundial de Davos.

Sus tajantes afirmaciones ante presidentes y primeros ministros, salpicadas de datos científicos sobre la necesidad de reducir urgentemente las emisiones de gases con efecto invernadero, le valieron elogios y premios, pero también críticas ocasionales e incluso amenazas de muerte.

Los jóvenes piden que los legisladores se ciñan al histórico acuerdo climático de París de 2015 que pide que tanto los países ricos como los pobres tomen medidas para frenar el aumento global de las temperaturas que está derritiendo los glaciares, elevando el nivel del mar y alterando los patrones de lluvia. Esto requiere que los gobiernos presenten planes nacionales para limitar sus emisiones y limitar el ascenso global de las temperaturas por debajo de los 2 grados Celsius.

Las protestas climáticas se repetirán en otras partes del mundo este viernes.