La noticia la extraemos de la Vanguardia de México y en la editorial de este diario se plantea que resulta inexplicable que el edificio del Instituto de Geriatría siga sin funcionar, pese a que en los últimos días de la administración estatal anterior fue inaugurado.
De acuerdo con las versiones que publicamos en la edición de hoy, las autoridades de la Secretaría de Salud de Coahuila sostienen que el Instituto no funciona todavía porque la Secretaría de Obras Públicas no les ha entregado formalmente el edificio.
Por su parte, el secretario de Obras Públicas, Eduardo Olmos Castro, afirma que el problema estriba en el “excesivo” costo de la conexión de los servicios de agua y drenaje: un millón de pesos, afirma el funcionario, pretende cobrar la empresa Aguas de Saltillo por la conexión.
La editorial recuerda que uno de los proyectos más interesantes emprendidos por la administración estatal anterior fue la construcción del Instituto Estatal de Geriatría, una institución que colocaría a nuestra entidad a la vanguardia en materia de investigación médica para el futuro.
¿Por qué resulta estratégico ubicarse a la vanguardia en investigación en el área de geriatría? Por una razón muy simple: la pirámide poblacional del país —y del mundo entero— se está invirtiendo, lo cual se traduce en un crecimiento acelerado de la proporción de adultos mayores.
Tal como ha ocurrido con el incremento de las enfermedades provocadas por la obesidad, la vejez trae consigo una serie de padecimientos que demandan la existencia de una infraestructura médica especializada en la atención de los mismos. Una infraestructura que no poseemos.
Y no la poseemos, entre otras razones, porque carecemos de la información suficiente para comprender las características del esfuerzo que en materia de salud pública requeriremos en el país, a partir de las particularidades de nuestra población adulta.
Por ello la creación de una institución de investigación dedicada al estudio de dicho fenómeno resulta de la mayor importancia, pues de los resultados de su trabajo depende que las políticas públicas que se diseñen para atender las enfermedades de la vejez resulten adecuadas.
De acuerdo con las versiones que publicamos en la edición de hoy, las autoridades de la Secretaría de Salud de Coahuila sostienen que el Instituto no funciona todavía porque la Secretaría de Obras Públicas no les ha entregado formalmente el edificio.
Por su parte, el secretario de Obras Públicas, Eduardo Olmos Castro, afirma que el problema estriba en el “excesivo” costo de la conexión de los servicios de agua y drenaje: un millón de pesos, afirma el funcionario, pretende cobrar la empresa Aguas de Saltillo por la conexión.
La editorial recuerda que uno de los proyectos más interesantes emprendidos por la administración estatal anterior fue la construcción del Instituto Estatal de Geriatría, una institución que colocaría a nuestra entidad a la vanguardia en materia de investigación médica para el futuro.
¿Por qué resulta estratégico ubicarse a la vanguardia en investigación en el área de geriatría? Por una razón muy simple: la pirámide poblacional del país —y del mundo entero— se está invirtiendo, lo cual se traduce en un crecimiento acelerado de la proporción de adultos mayores.
Tal como ha ocurrido con el incremento de las enfermedades provocadas por la obesidad, la vejez trae consigo una serie de padecimientos que demandan la existencia de una infraestructura médica especializada en la atención de los mismos. Una infraestructura que no poseemos.
Y no la poseemos, entre otras razones, porque carecemos de la información suficiente para comprender las características del esfuerzo que en materia de salud pública requeriremos en el país, a partir de las particularidades de nuestra población adulta.
Por ello la creación de una institución de investigación dedicada al estudio de dicho fenómeno resulta de la mayor importancia, pues de los resultados de su trabajo depende que las políticas públicas que se diseñen para atender las enfermedades de la vejez resulten adecuadas.
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