Un familiar de Hattar con un cartel durante la protesta en la ciudad cristiana de Fuheis (Muhammad Hamed / Reuters)
- El autor cristiano , defensor de Bashar el Asad , fue arrestado el pasado agosto y pasó cerca de un mes entre rejas
El escritor cristiano jordano Nahed Hattar fue asesinado este domingo en Ammán tras verse envuelto en un caso judicial por difundir una caricatura considerada blasfema e insultante para el islam, lo que despertó los temores a la tensión sectaria. Un hombre, supuestamente de tendencia islamista extremista, disparó a Hattar frente al Palacio de Justicia de la capital de Jordania, donde el escritor tenía este domingo cita con los tribunales.
Hattar, que murió a causa de sus heridas en el hospital, era juzgado por compartir en su cuenta de Facebook una caricatura en la que se mostraba a un musulmán en el paraíso yaciendo en la cama con una mujer y pidiendo a Alá que le sirva vino.
Detenido en agosto, pero liberado bajo fianza el pasado día 8, fue acusado de publicar material que puede “provocar un conflicto sectario e insultar los sentimientos y creencias religiosas”.
Detenido un antiguo imán como responsable de su muerte
Las autoridades jordanas detuvieron al agresor y lo están interrogando, según la agencia oficial de noticias, Petra, que no reveló la identidad del asesino. Otros medios jordanos lo identificaron como Riyad Abdalá, un ingeniero de 49 años que dirigió en el pasado el rezo en un mezquita y que se cree que tenía una ideología radical.
Abdalá es un eximán de 49 años de Hashmi, un barrio pobre de Ammán y acababa de volver de un viaje en el extranjero y las autoridades han declinado confirmar la identidad del asesino, sólo han comentado que el crimen era por la viñeta y que no tenía conexión con ninguna organización criminal o terrorista. Por ahora, se sabe que se le acusa de asesinato premeditado, un acto de terrorismo y posesión ilegal de armas. La detención, por ahora, se prolongará durante quince días.
La viñeta
La difusión por parte de Hattar de la caricatura el pasado agosto provocó airadas reacciones en las redes sociales y amenazas, lo que llevó a las autoridades jordanas a emprender medidas legales.
El escritor, que en un primer momento se escondió pero acabó entregándose a la Justicia, aseguró que la viñeta solo reflejaba “el comportamiento de los terroristas” del grupo yihadista Estado Islámico (EI). No obstante, la caricatura no aludía explícitamente al EI, e incluso su abogado habitual rechazó defenderlo en este caso tan polémico.
El organismo oficial encargado de emitir edictos religiosos en Jordania condenó en su momento la caricatura y afirmó que “el dibujo sacrílego del Todopoderoso solo aumentará el odio y sembrará la discordia en el país”.
Tras el asesinato este domingo de Hattar, el portavoz del Gobierno jordano, Mohamed Momani, aseguró en un comunicado que el autor de este “crimen horrible” será duramente castigado. Momani advirtió asimismo contra la “explotación de este crimen para difundir la retórica de odio”, que es “ajena” a la sociedad jordana.
Los temores a una escalada de la tensión confesional quedaron reflejados también en las declaraciones del Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes, principal grupo opositor. El FAI criticó a quienes toman la justicia por su mano y pidió que este asesinato “no provoque tensión” entre musulmanes y cristianos en el pequeño reino.
De igual modo, la Cámara alta del Parlamento instó a preservar “la unidad y la convivencia”, así como a “oponerse a los provocadores de la división y del terrorismo”.
Los cristianos, minoría en Jordania
Hattar pertenecía a la minoría cristiana, que representa el 5 por ciento de la población de Jordania, un país de 6,6 millones de habitantes y de mayoría musulmana.
Tras su muerte, cientos de personas se manifestaron en la localidad de Fuheis, cercana a la capital y de mayoría cristiana, en protesta por el asesinato y para pedir la dimisión del primer ministro, Hani al Mulqui, y el titular de Interior, Salameh Hamad.
Uno de los participantes en la protesta explicó a Efe que las autoridades no protegieron a Hattar, cuya tribu es oriunda de Fuheis, pese a que este recibió decenas de amenazas antes de su trágico final.
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