'Drums', 2009, Iván Navarro.Foto: Jorge Martínez Muñoz
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El artista contemporáneo chileno Iván Navarro continúa su exploración de las ilusiones visuales y de los colores. “Fanfarria” es su nueva exposición en la galería Templon en París. Iván Navarro, reconocido por haber presentado su trabajo en varios museos y galerías del mundo, presenta esta vez una serie de instalaciones artísticas inspiradas en instrumentos de música. RFI lo acompañó durante la instalación de sus obras en vísperas de la inauguración de la muestra.
El artista contemporáneo chileno Iván Navarro continúa su exploración de las ilusiones visuales y de los colores. “Fanfarria” es su nueva exposición en la galería Templon en París. Iván Navarro, reconocido por haber presentado su trabajo en varios museos y galerías del mundo, presenta esta vez una serie de instalaciones artísticas inspiradas en instrumentos de música. RFI lo acompañó durante la instalación de sus obras en vísperas de la inauguración de la muestra.
El artista, que también representó a Chile en la Bienal de arte de Venecia en 2009, sigue trabajando con materiales que han caracterizado sus obras como las luces de neón, los instrumentos de música, los espejos y la música. La obra que da su nombre a la exposición consiste en una caja de madera, tapizada de tapas de discos de vinilos de canciones revolucionarias en el que el visitante puede sumergirse.
'Music Room IV', 2017, Courtney Smith & Iván Navarro.Foto: B.Huet-Tutti
“Corresponde a un sentimiento muy vivo, esta idea de la revolución que aún se mantiene a través de la historia. Acá en Francia descubrí muchas de esas grabaciones, porque durante momentos de represión en Latinoamérica en los años 70 y 80, muchos artistas se vinieron a vivir en Francia y siguieron creando su música y fue publicada acá”, cuenta Iván Navarro.
Sin embargo, las obras más sorprendentes son las cajas de percusión translucidas, pegadas a la pared y que, mediante un complejo juego de espejos polarizado, produce la ilusión visual de lo infinito. Cada caja contiene una palabra, una onomatopeya como “Blow” o “Bomb”, trabajada con luces de neón.
Bomb Blow', 2017, Iván Navarro.Foto: Thelma Garcia
Para Iván Navarro, “se convierte en una especie de placer medio morboso, voyeurista, mirar estas cosas que tienen un efecto visual tan truculento. Me llama la atención que las personas se queden como en trance cuando miran”.
El artista chileno utiliza con frecuencia los neones. En la Bienal de Venecia de 2009, su serie de puertas con neones, llamada “Corredor de la muerte”, causó sensación. La mezcla de formas y espacios inquietantes, como rejas, pasillos oscuros o sillas eléctricas, con los colores vivos de los neones, ha sido uno de los juegos favoritos del artista para desubicar al público.
“Fanfarria” de Iván Navarro estará en la galería parisina Templon, a unos metros del Centro Pompidou, hasta el 13 de mayo.
RFI
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