Indígenas de la tribu Shanenawa bailan durante un festival para celebrar la naturaleza y pedir el fin de los incendios en la Amazonia, en la aldea indígena de Morada Nova, cerca de Feijo (Brasil).
"Si los incendios continúan, dentro de 50 años no existirá el bosque"
señaló Bainawa Inu Hornea, uno de los líderes de la tribu Shanenawa.
En la imagen, una niña indígena de la tribu durante el festival celebrado en el estado Acre (Brasil), el 1 de septiembre.
La tribu Shanenawa está formada por 720 personas que habitan en una superficie de
230 kilómetros cuadrados en Feijó (Brasil). Este año, más de 75.000 incendios han reducido a cenizas extensos territorios de las selvas tropicales de Brasil, un aumento alarmante frente a las políticas del presidente del país Jair Bolsonaro, en las que se flexibilizan los controles vinculados a la deforestación.
Con caras pintadas, docenas de indígenas han iniciado rituales para tratar de encontrar
la paz entre humanos y naturaleza y lograr el fin de los incendios en la selva amazónica. En la fotografía, dos niñas escalan un árbol de Sumauma en Feijó (Brasil)
Dos hombres de la tribu Shanenawa utilizan una medicina indígena durante el
festival para celebrar la naturaleza y pedir el fin de la quema del Amazonas. "Oramos por la madre agua, por padre sol, por la madre bosque y por la madre tierra, que hoy se sienten muy heridos", señala Bainawa Inu Hornea, otro líder de la tribu.
Mujeres de la tribu Shanenawa posan cerca de un árbol Sumauma antes del festival,en la aldea indígena de Morada Nova, cerca de Feijo (Brasil). La mayor parte de la Amazonia se encuentra en Brasil, pero existen partes significantes en Colombia y Perú, donde también han sido detectados incendios.
Indígenas de la tribu bailan durante el festival en el que celebran la naturaleza y piden el fin de la quema del Amazonas. En ocasiones anteriores, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha expresado opiniones negativas hacia la comunidad indígena, señalando que una gran parte del territorio del país es improductivo por los derechos especiales con los que cuentan las tribus indígenas de Brasil.
Miembros de la tribu han explicado que su supervivencia depende de las tierras que hoy se ven afectadas por los incendios en el país. "Nosotros sin el bosque no podremos cultivar, no podremos comer, sin nuestro tierra que no podremos vivir", señalan los líderes. En la imagen, una niña de la tribu Shanenawa en el estado Acre (Brasil).
Los incendios han generado una alerta internacional sobre los daños a ese importante espacio forestal y de biodiversidad. Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam sellaron en el Pacto de Leticia la creación de una red de respuesta a desastres y monitoreo satelital.
En el negocio millonario de las quemas en la Amazonia, prenderle fuego a un área de 1.000 hectáreas vale cerca de un millón de reales (unos 220.000 euros) en el mercado negro. Este cálculo aplicado a la cuenta de la devastación en el presente año en la selva amazónica y en parte del Pantanal ascendería a 20 millones de reales o 4,3 millones de euros.
Indígenas de la tribu Shanenawa tribe danzan durante el festival celebrado en una aldea cerca de Feijó (Brasil). Los incendios son habituales en esta época en la selva, pero la flexibilización de los controles ambientales con la llegada del actual Gobierno de Jair Bolsonaro ha acelerado la pérdida de vegetación.
Mujeres de la tribu Shanenawa preparan a las niñas para los rituales, durante los cuales danzan con las caras pintadas. Entre el 1 de enero y el 22 de agosto se ha registrado un aumento de los focos de incendio de 85% más que en el mismo periodo de 2018. Los satélites muestran que más del 80% del territorio devorado por las llamas está en la Amazonia.
Fotos de UESLEI MARCELINO REUTERS
EL PAÍS
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