Grecia cuenta por fin con su primer crematorio, trece años después de la aprobación de la ley que autorizaba esta práctica.
Hasta ahora, la única forma de incinerar los restos humanos era haciendo un viaje de ocho horas hasta Bulgaria.
La triste historia de la actriz Anna Vagena
La actriz griega y diputada de Syriza Anna Vagena tuvo que viajar por la noche hasta Sofía para cremar el cuerpo de su marido, un conocido cantante.
"Fue más doloroso porque se hizo en secreto, de forma ilegal. Éramos como criminales", recuerda Vagena. "Todo este procedimiento, el transporte, el lugar al que lo llevaron después del hospital. Pedí que viniera un sacerdote, y vino, también en secreto. No creo que se lo contara a su párroco".
La prohibición de la Iglesia ortodoxa
La Iglesia ortodoxa griega no permite a sus fieles ser incinerados, por lo que tampoco autoriza la celebración de funerales religiosos de quienes eligieron este método. El sagrado sínodo considera que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo.
"Contradice la tradición de nuestra Iglesia, que procede de la tumba e Cristo", asegura el archimandrita Serafeim Dimitriou. "Como él fue enterrado, ningún cristiano puede hacer otra cosa. No fue la Iglesia quien ha puesto obstáculos a la construcción de un crematorio, sino la incapacidad del Estado de encontrar una forma de recaudar la misma cantidad de dinero por cremaciones y entierros".
Otra objeción a las cremaciones está relacionada con los perjuicios medioambientales. Los propietarios de este crematorio en la localidad de Ritsona aseguran respetar totalmente las normativas europeas.
"Los dueños del primer crematorio de Grecia eligieron este lugar remoto, a setenta kilómetros de Atenas, alejado de cualquier zona residencial para evitar impedimentos burocráticos o reclamaciones de los vecinos", cuenta Fay Doulgkeri desde la localidad griega de Ritsona.
Euronews
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