En el área de Lafayette Park, del condado de Los Ángeles existe un oasis para las personas de la tercera edad. El Centro de Servicios para Ancianos St. Barnabás ofrece numerosos recursos de salud y sociales a la población madura de esta área metropolitana de Los Ángeles que van desde un café cibernético hasta una guardería de cuidado diurno.
La doctora Martha Spinks, directora del centro en mención, afirma que anualmente se asisten a tres mil ancianos (mayores de 70 años) que viven solos y dependen únicamente de las contribuciones que hicieron al Seguro Social durante sus años laborales.
Los ancianos que utilizan el centro son de grupos étnicos latino, coreano, anglosajón, filipino y japonés. La mayoría de ellos tiene problemas comunes en la vejez: diabetes, alto colesterol, artritis y condiciones médicas en el corazón o en el sistema de circulación.
Todos los servicios de referencia que se les ofrece son completamente gratuitos y atendidos por personal bilingüe y comprometido a mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Cuando un anciano llega por primera vez al lugar se le toman sus datos personales y, de acuerdo con su necesidad, se le refiere al departamento que lo ayudará con los recursos correspondientes.
De acuerdo con el trabajador social Miguel Velásquez, el centro asesora gratuitamente a los ancianos en las siguientes áreas:
Asistencia en el hogar: el centro trabaja con varias agencias que van a la casa de los ancianos que necesitan ayuda para el aseo personal y del hogar, así como para la preparación de alimentos.
Asistencia para resolver problemas de crédito. Según afirma Velásquez, "muchos ancianos son hoy día víctimas del robo de identidad y de fraudes comerciales que los ponen en un estado emocional y económico bastante estresante debido a sus limitados recursos económicos".
Asistencia para solicitar los beneficios del pago de un alquiler a bajo costo del programa Sección 8, la devolución anual de 300 dólares por concepto de arriendo y los descuentos que las agencias de servicios públicos otorgan a las personas de edad avanzada.
Consejería para problemas emocionales, familiares, depresión y ansiedad.
Transporte y acompañamiento a citas médicas y visitas a la farmacia.
Compra y entrega de productos alimenticios, de aseo personal y limpieza del hogar.
Acceso al programa de Alimentos sobre Ruedas, que se ofrece a las personas imposibilitadas de salir de sus casas por enfermedad o limitación en su movilidad. "Para este servicio se sugiere una donación; pero a quienes no pueden darla, se les suministra los alimentos de manera gratuita", aclara la doctora Spinks.
Visitas de trabajadores sociales a los hogares de las personas de la tercera edad que no pueden salir de casa. "Durante la visita, se evalúa la situación particular del anciano y se le buscan los recursos necesarios para mejorar su calidad de vida", explica Velásquez.
Acceso al programa Sistema de Respuesta de Alerta de Emergencia (E.A.R.S), creado y financiado por el Departamento de la Vejez con el fin de asistir a los ancianos mayores de 62 años, de bajos ingresos y con una condición médica.
Administración de las finanzas para los ancianos que por razones médicas no pueden llevar sus cuentas y no tienen un amigo o familiar para hacerlo.
Clínica médica en el mismo centro para las personas mayores con Medicare, Medi-Cal, Medi/Medi o cualquier seguro médico privado. El servicio incluye: evaluación médica, rehabilitación física y ocupacional, cuidado de salud en casa u hospital de convalecencia.
Acceso a un programa de Ejercicio de la Memoria que imparten voluntarios de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Trabajadores sociales en tres complejos de vivienda para ancianos en Los Ángeles, el barrio chino y la zona de Wilshire.
Guardería de cuidado diurno para personas activas y enfermos de Alzheimer. Este servicio es pagado por el Medi-Cal o por seguros privados.
Dado que la buena nutrición es un factor clave en la calidad de vida de un anciano y define si puede vivir independiente o bajo el cuidado de una institución, el Centro St. Barnabás estableció desde su inicio un comedor que sirve de lunes a sábados almuerzos calientes y apropiados para las personas de la tercera edad.
El costo es de tan sólo 1.50 dólares por persona o pareja. Sin embargo, asegura la doctora Spinks, nunca se le niega a nadie el servicio por falta de dinero.
Dentro de este programa se ofrecen periódicamente clases de nutrición, que son impartidas por personal calificado del Departamento de la Vejez.
Hace tres años, por iniciativa de la doctora Spinks, se fundó el café cibernético, que ha resultado todo un éxito para estimular las neuronas de los ancianos que usan el centro.
"Es interesante cómo ellos han aprendido a usar las computadoras y la internet para comunicarse con amigos o familiares que viven en el exterior", comenta la directora del centro, y agrega: "El café también les ha servido para tener un centro de socialización y de intercambio de experiencias y conocimientos".
Fuente:La Opinión Digital
La doctora Martha Spinks, directora del centro en mención, afirma que anualmente se asisten a tres mil ancianos (mayores de 70 años) que viven solos y dependen únicamente de las contribuciones que hicieron al Seguro Social durante sus años laborales.
Los ancianos que utilizan el centro son de grupos étnicos latino, coreano, anglosajón, filipino y japonés. La mayoría de ellos tiene problemas comunes en la vejez: diabetes, alto colesterol, artritis y condiciones médicas en el corazón o en el sistema de circulación.
Todos los servicios de referencia que se les ofrece son completamente gratuitos y atendidos por personal bilingüe y comprometido a mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Cuando un anciano llega por primera vez al lugar se le toman sus datos personales y, de acuerdo con su necesidad, se le refiere al departamento que lo ayudará con los recursos correspondientes.
De acuerdo con el trabajador social Miguel Velásquez, el centro asesora gratuitamente a los ancianos en las siguientes áreas:
Asistencia en el hogar: el centro trabaja con varias agencias que van a la casa de los ancianos que necesitan ayuda para el aseo personal y del hogar, así como para la preparación de alimentos.
Asistencia para resolver problemas de crédito. Según afirma Velásquez, "muchos ancianos son hoy día víctimas del robo de identidad y de fraudes comerciales que los ponen en un estado emocional y económico bastante estresante debido a sus limitados recursos económicos".
Asistencia para solicitar los beneficios del pago de un alquiler a bajo costo del programa Sección 8, la devolución anual de 300 dólares por concepto de arriendo y los descuentos que las agencias de servicios públicos otorgan a las personas de edad avanzada.
Consejería para problemas emocionales, familiares, depresión y ansiedad.
Transporte y acompañamiento a citas médicas y visitas a la farmacia.
Compra y entrega de productos alimenticios, de aseo personal y limpieza del hogar.
Acceso al programa de Alimentos sobre Ruedas, que se ofrece a las personas imposibilitadas de salir de sus casas por enfermedad o limitación en su movilidad. "Para este servicio se sugiere una donación; pero a quienes no pueden darla, se les suministra los alimentos de manera gratuita", aclara la doctora Spinks.
Visitas de trabajadores sociales a los hogares de las personas de la tercera edad que no pueden salir de casa. "Durante la visita, se evalúa la situación particular del anciano y se le buscan los recursos necesarios para mejorar su calidad de vida", explica Velásquez.
Acceso al programa Sistema de Respuesta de Alerta de Emergencia (E.A.R.S), creado y financiado por el Departamento de la Vejez con el fin de asistir a los ancianos mayores de 62 años, de bajos ingresos y con una condición médica.
Administración de las finanzas para los ancianos que por razones médicas no pueden llevar sus cuentas y no tienen un amigo o familiar para hacerlo.
Clínica médica en el mismo centro para las personas mayores con Medicare, Medi-Cal, Medi/Medi o cualquier seguro médico privado. El servicio incluye: evaluación médica, rehabilitación física y ocupacional, cuidado de salud en casa u hospital de convalecencia.
Acceso a un programa de Ejercicio de la Memoria que imparten voluntarios de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Trabajadores sociales en tres complejos de vivienda para ancianos en Los Ángeles, el barrio chino y la zona de Wilshire.
Guardería de cuidado diurno para personas activas y enfermos de Alzheimer. Este servicio es pagado por el Medi-Cal o por seguros privados.
Dado que la buena nutrición es un factor clave en la calidad de vida de un anciano y define si puede vivir independiente o bajo el cuidado de una institución, el Centro St. Barnabás estableció desde su inicio un comedor que sirve de lunes a sábados almuerzos calientes y apropiados para las personas de la tercera edad.
El costo es de tan sólo 1.50 dólares por persona o pareja. Sin embargo, asegura la doctora Spinks, nunca se le niega a nadie el servicio por falta de dinero.
Dentro de este programa se ofrecen periódicamente clases de nutrición, que son impartidas por personal calificado del Departamento de la Vejez.
Hace tres años, por iniciativa de la doctora Spinks, se fundó el café cibernético, que ha resultado todo un éxito para estimular las neuronas de los ancianos que usan el centro.
"Es interesante cómo ellos han aprendido a usar las computadoras y la internet para comunicarse con amigos o familiares que viven en el exterior", comenta la directora del centro, y agrega: "El café también les ha servido para tener un centro de socialización y de intercambio de experiencias y conocimientos".
Fuente:La Opinión Digital
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