Paco de Lucía muere a los 66 años
El guitarrista flamenco ha fallecido en México, donde se ha sentido súbitamente indispuesto mientras estaba en la playa
El Ayuntamiento de Algeciras ha decretado tres días de luto oficial y prepara los trámites para su posible repatriación
Enmudeció el pellizco genial de la guitarra de Paco de Lucía. El intérprete flamenco ha muerto en México a los 66 años, según confirman fuentes de su entorno y del Ayuntamiento de Algeciras (Cádiz), su ciudad natal y a cuyo perfil portuario estará para siempre asociado su inimitable sonido con las seis cuerdas. De Lucía se encontraba jugando con sus nietos en una playa en Tulum, donde poseía una casa, cuando se ha sentido súbitamente indispuesto, según un amigo íntimo del músico, Victoriano Mera.
El artista ha muerto de camino al hospital. Las primeras conjeturas apuntan a que el guitarrista, galardonado con el Príncipe de Asturias de las Artes en 2004, guía del arte jondo por nuevos e inexplorados caminos al frente de su sexteto de trazas jazzísticas y eternamente recordado por su asociación en el olimpo del flamenco con Camarón durante los 60 y 70, ha fallecido a causa de un infarto.
El músico vivía desde hace años en Palma de Mallorca, tras su paso por lugares como la Península del Yucatán o Toledo, donde se dejaba ver (poco), con una mezcla irresistible de bonhomía y reclusión. En los últimos tiempos fijó su residencia en Cuba. Los que lo trataron en Mallorca lo recuerdan con una cierta alergia hacia la guitarra, que dejó de tocar durante un tiempo, con ganas de compartir ratos con gentes sencillas, alejado de los cenáculos artísticos e intelectuales y dedicado a sus dos hijos de corta edad.
Era la forma en la que Francisco Sánchez Gómez, tal era su nombre real, huía de su propia leyenda. Un mito que también obtuvo sus recompensas comerciales; en 1973, su celebérrima rumba Entre dos aguas lo aupó a lo más alto de las listas de éxitos con la conjura propia de las casualidades. La composición fue la última en entrar en el repertorio de aquel disco que acabaría invadiendo centenares de miles de hogares aquellos años en los que España se sacudía el polvo negro de la dictadura.
Ya solo su asociación con Camarón de la Isla, la entente de dos amigos de infancia curtidos en los tablaos que en aquellos setenta andaba dando sus últimas bocanadas, le habría servido para ingresar en las enciclopedias de la música popular. Pero habría mucho más. Sus primeros escarceos con el jazz, por los que fue acusado de bastardización del arte jondo, datan de finales de la década anterior, cuando colaboró, aunque sin figurar, en los discos de jazz flamenco del saxofonista navarro Pedro Iturralde. A mediados de los 70, fue dando forma a una banda irrepetible, nutrida del talento de sus hermanos, Pepe de Lucía y Ramón de Algeciras, y los jóvenes Jorge Pardo, Carles Benavent y Rubem Dantas, con el que se introdujo el cajón peruano en la ecuación flamenca. La cristalización de la leyenda de aquella banda única se dio a principios de los 80, con los discos Solo quiero caminar(1981) y Live... One summer night (1984).
De los ochenta data también su asociación con dos titanes de la improvisación a las seis cuerdas: Al di Meola y John McLaughlin. Juntos giraron por todo el mundo asombrando a auditorios de todas las clases y tamaños con su contagioso virtuosismo.
Además de cruzar flamenco con jazz, De Lucía hizo lo propio con elblues, la música hindú, la salsa, la bossa nova o la música árabe. También contribuyó a difuminar las frontera entre la música culta y la popular con históricos registros en el Teatro Real.
Doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz y el Berklee College of Music, el jurado de los Premios Príncipe de Asturias le reconoció su "honradez interpretativa" y su capacidad de trascender "fronteras y estilos" que le convirtieron en "un músico de dimensión universal". "Todo cuanto puede expresarse con las seis cuerdas de la guitarra está en sus manos", destacó el fallo.
El Ayuntamiento de Algeciras, que ha decretado tres días de luto oficial, está haciendo las gestiones, en contacto con la familia, para facilitar la posible repatriación del cadáver. Además, esta mañana, se han suspendido todos los actos municipales previstos para esta jornada.
El País
Comunicado de la familia
"Miércoles 26 de febrero de 2014... el dolor ya tiene fecha para nuestra familia. Anoche se nos fue el padre, el hermano, el tío, el amigo y se nos fue el genio Paco de Lucía. No hay consuelo para los que le queremos y le conocemos, pero sabemos que para los que le quieren sin conocerle, tampoco. Por eso, queremos compartir con todos ustedes un abrazo y una lágrima, pero también nuestra convicción de que Paco vivió como quiso y murió jugando con sus hijos al lado del mar. La vida nos lo prestó unos maravillosos años en los que llenó este mundo de belleza y ahora se lo lleva... Gracias por tanto... y buen viaje amado muestro".
El País
PACO
Pocas cosas nos estremecen más que la muerte de un ser querido.
Sentimos como una patada en el alma, que nos saca de orden y nos disminuye.
Cuando el que se va es un contemporáneo, la conciencia de nuestra mortalidad se afirma, implacable y serena.
Los hombres no aman sin amarse, dijo Camus y por eso nadie muere sin que todos muramos también un poco. Eso lo reconoce todo el que como yo tiene más pasado que futuro.
No presumo de haber sido un íntimo de Paco. Simplemente fui un cómplice, de los muchos que debe haber acumulado en su insigne carrera musical y foja de vida.
Así compartimos la mirada corroborativa, la incrédula, la solidaria, el silencio cuando lo que había que hacer era callar, la sonrisa simultánea, la risa completamente desnuda, la coincidencia...
Fue en Puerto Rico la ultima vez que lo vi y hablamos, en una de sus siempre excelentes presentaciones que después me comento no considerar de las mejores. Su genio nunca estuvo conforme con su virtuosismo evidente, y nunca me lucio satisfecho, ni con elogios. Decir que era de pocas palabras es ya hablar mucho. En escena daba la impresión de querer desaparecer en el medio de las notas, su fuego y destreza luego atenuados entre tema y tema por una extraordinaria timidez que nunca dejo de sorprenderme.
Una vez, en Hong Kong, lo llegue a ver molesto por lo que considero una mala actitud de un colega, y su encojonamiento y acción me confirmaron que era un hombre como yo, capaz del enojo. Pero pasado el temporal, desconcertante para quien lo conocía solo experimentando la consideración en su trato y por el brillo de sus ojos de chiquillo eterno, regresaba la mirada y pausa que distinguía al espacio entre sus palabras y transcurríamos a otro tema, sin residuo de relámpago, de trueno, o conflicto.
Nos cagábamos de risa, fumábamos como chimeneas, tomábamos tragos y hablábamos de música durante ese pedazo del camino, periodos de constante viaje, enredo, trabajo, despedidas y encuentros.
Hace unos años acordamos hacer un disco juntos y como siempre ocurre, otras cosas nos distraían constantemente. En Marzo planeaba ir a Costa Rica para reunirme con EDITUS, el excelente trío costarricense con el que trabaje los álbumes TIEMPOS y MUNDO, para entregarles los boleros que escogí y pedirles que hicieran las maquetas de los temas y enviárselos a Paco, para que las revisase y estudiase.
El proyecto ha quedado hoy en suspenso. Otra razón para lamentar el creer que el tiempo puede esperar.
Consuela un poco pensar que estaba contento, con su familia, y que no sufrió dolor alguno. Eso espero.
A Gabriela y familia solo les digo que mi afecto por ellos es inextinguible.
Todos sabemos que la muerte es un inconveniente inevitable.
Pero gente como Paco de Lucia debieran de ser excluidos de la lista.
Reciba mi admiración y cariño, Maestro.
Rubén Blades
26 de Febrero del 2014
El motivo que me empujó a la música
Alejandro Sanz recuerda su estrecha vinculación familiar con el guitarrista flamenco
Paco de Lucía es pura historia de mi vida. No es solo que mi padre y él se conocieran de chicos, no es solo que desde chico el nombre de Paco fuera como hablar de un héroe en Algeciras. Conocí a Paco cuándo en verano visitaba su casa de El Rinconcillo, él y sus hermanos, Pepe y Ramón y también toda la chiquillería que revoloteábamos alrededor de esa familia... tocando la guitarra a todas horas, soñando con un ole que saliera de la boca del maestro dirigido a cualquiera de nosotros. No es solo que Paco fuera la inspiración.. el motivo por el que me dediqué a la música... Es que era el padrino de mi hijo Dylan, que, hoy, cómo son las cosas de la vida, se ha levantado enfermo y triste, incluso sin conocer las desgraciadas noticias que nos iba a traer este ingrato día de febrero.
Me ha dado por pensar, claro, en cómo lo estará pasando la familia y también de qué manera estarán transcurriendo, lentas y dolorosas, las cosas en Algeciras, donde todo el mundo conocía y quería a Paco. Ellos, mi padre y el maestro, se trataron en aquellos años juveniles. Ycuando Paco ya era toda una figura, también pero menos. Luego, con el tiempo, echó a andar mi carrera musical. Él me llamó un buen día, sus hijas querían conocer al inexperto cantante que yo era por aquel entonces, imagínense.
Después, disfruté algún tiempo de una especie de peña inolvidable en Madrid: la Banda del Tío Pringue. Un puñado de amigos de infancia que junto a Pepe de Lucía y el propio Paco me dejaron disfrutar de las noches de los viernes... Quedábamos unos cuantos, nos dábamos unas vueltas por La Latina, nos dejábamos caer por los tablaos y no parábamos de reír y de disfrutar de las cosas de la vida.
Porque a Paco le gustaba entre otras cosas... reírse y en ello invertía mucha de su energía, era profundo pero también era tremendamente generoso con las debilidades de los demás y le quitaba importancia a la solemnidad.
Y así lo recuerdo; en nuestra última conversación mantenida por mensajes de teléfono, epílogo fatal a unos meses en los que nos vimos constantemente, aquí en Madrid o allá en Mallorca, o en México nos reíamos pensando que en Cuba quizá le tenían pinchada la línea. En aquella charla también planeamos una próxima visita a México, que no, ya nunca será.
Podía parecer reservado, pero que nadie se confunda: era una persona genial en el trato. Tal vez no muchos le conocían, pero todos le querían. Músicos y aficionados. Yo creo que eso era porque transpiraba una enorme capacidad intelectual y emocional. Y, créanme, sus generosidades eran de las que cambiaban las cosas. Un empujón suyo podía mover montañas. Recuerdo especialmente una entrevista en EL PAÍS en la que dijo que se sentía más cerca de Alejandro Sanz que de muchos otros músicos. En un tiempo en el que lo más fácil y obvio era la crítica, él estuvo allí el primero con un apoyo que nunca, ni por un momento, retiró.
Por todo lo cual, hoy me siento tan triste como si se hubieran muerto mi padre y mi madre al mismo tiempo. Gracias Paco, comparito... tú te vas.. y nosotros nos quedamos… ya sabes lo que quiero decir.
El País
El guitarrista flamenco y universal Paco de Lucía ha fallecido a los 66 años en un hospital de Cancún (México), país en el que solía pasar temporadas en busca de una vida tranquila y alejada de la fama que se ganó a pulso por su arte con las seis cuerdas y su renovación del género. En la imagen, Paco de Lucía, en una fotografía sin fechar. MÁXIMO MORENO (ALBUM)
La noticia ha sido recibida como un auténtico mazazo por su familia que ha remitido un comunicado oficial en el que destacan que "no hay consuelo" ni para los que le conocían, ni para los que le querían sin conocerlo, y que "el dolor ya tiene fecha" para este clan artístico. En la imagen, Paco de Lucía y Camarón de la Isla, en una icónica imagen de su primera etapa juntos. PEPE LAMARCA (QUIPOS PRESS)
Su ciudad natal, Algeciras, ha decretado tres días de luto para expresar su dolor por la pérdida de su vecino más universal y se ha ofrecido para acoger los actos de despedida, posiblemente en el cementerio viejo, donde están enterrados sus padres. En la imagen, el guitarrista Paco de Lucía, en 1978. MARISA FLÓREZ
El cantante Alejandro Sanz (d), el productor musical Javier Limón (2d), el cantante Antonio Carmona (2i) y el guitarrista Paco de Lucía, durante su asistencia a la capilla ardiente del cantaor Enrique Morente. EMILIO NARANJO (EFE)
El guitarrista Paco de Lucía, en el Teatro Real de Madrid, durante los actos del Día del Flamenco para difundir la candidatura de este arte ante la Unesco para su inclusión en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural en 2010. BALLESTEROS (EFE)
20 de julio de 2013. El guitarrista Paco de Lucía y Chick Corea se reencuentran en el Polideportivo Mendirrotza en el Festival de Jazz de Vitoria. L. RICO
Antonio Sánchez cambia la guitarra a Paco de Lucía durante un concierto en la Bienal de Flamenco en Sevilla, octubre de 2010. MARCELO DEL POZO (REUTERS)
20 de octubre de 2004. Los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, posan con el músico Paco de Lucía (i) y su hija, tras el concierto de éste en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, con motivo de los premios Príncipe de Asturias. RICARDO GUTIÉRREZ
El guitarrista Paco de Lucía, en 1998. LUIS MAGÁN
La actriz Laura del Sol y el guitarrista Paco de Lucía, izquierda, en un fotograma de la película 'Carmen' de Carlos Saura (1996).
El guitarrista flamenco Francisco Sánchez Gómez, Paco de Lucía (izqda.) es aplaudido durante el acto de su investidura como doctor 'honoris causa' por la Universidad de Cádiz (UCA) celebrado en su ciudad natal, Algeciras, en 2007. (EFE)
Los guitarristas Paco de Lucía (izqda.) y Manolo Sanlúcar. PACO MANZANO
El director Carlos Saura (d) con Manolo Sanlúcar (i) y Paco de Lucía en un momento del rodaje de 'Sevillanas'. SANTOS CIRILO
Los guitarristas Al Di Meola, John McLaughlin y Paco de Lucía, en la apertura del Festival Internacional de Jazz de Madrid, en 1980. RICARDO MARTÍN
Retrato a contraluz de Paco de Lucía con su guitarra el 1 de septiembre de 1994. CHEMA CONESA
De izquierda a derecha, el director Carlos Saura, la cantante Marisol, el bailarín Antonio Gades, la actriz Laura del Sol y el guitarrista Paco de Lucia (segundo por la derecha). BERNARDO PÉREZ
El País
Comments