Un cambio de estrategia en los viñedos es indispensable para suavizar los efectos del cambio climático. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio liderado por investigadores de la canadiense Universidad de Columbia Británica, El aumento de las temperaturas provocará la pérdida de la mitad de los terrenos aptos para la producción de vino, pero sustituyendo el tipo de uva por uno más resistente a la sequía se podría reducir a la mitad esa merma
Los países Mediterráneos, como España o Italia, están perdiendo alrededor del 65% de sus viñedos, con una reducida ganancia de terreno cultivable, alrededor del 10%, que pasa de entre un 15% y un 100% en países de mayores altitudes, como Nueva Zelanda o el norte de Estados Unidos. En Francia o Alemania, pérdidas y ganancias están compensadas
Algunas de las propuestas de expertos son cambiar la garnacha o el cabernet sauvignon por el pinot noir o el riesling por el trebbiano. "Es importante saber que desde hace algunos años se están poniendo en práctica estrategias y procedimientos que permiten a los viticultores y a las regiones vitícolas explorar la posibilidad de integrar nuevas variedades de uva en sus denominaciones originales. Ya en estos nuevos viñedos se ha comenzado a explorar el potencial de diferentes variedades para averiguar si pueden llegar a ser rechazas en las especificaciones de las denominaciones de origen", explica Iñaki García de Cortázar.
El éxito de la estrategia también depende de las preferencias de los consumidores y de los apoyos legislativos con los que cuente. En cualquier caso, el estudio considera que si se produce un aumento de la temperatura media de más de dos grados centígrados, cualquier alternativa será ineficaz.
Euronews
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