A primer hora de esta mañana activistas de Greenpeace han cambiado las letras de “Madrid Green Capital”, que el Ayuntamiento de Madrid había colocado en la Puerta de Alcalá, por “Madrid Grey Capital” para denunciar la inacción del consistorio de la capital, donde hoy comienza la COP25, para reducir la contaminación y luchar contra el cambio climático.
Coincidiendo con la llegada de la Cumbre del Clima, el Ayuntamiento había decidido presumir de ciudad verde mientras cierra carriles bici y trata de revertir Madrid Central. La campaña “Madrid Green Capital” se apodera de un galardón (el de Capital Verde Europea) que la Comisión Europea otorga a las ciudades ejemplares en materia medioambiental. Madrid acoge la COP25, pero eso no significa que sea una capital verde.
Con esta actividad, desde Greenpeace denunciamos que no se están tomando las medidas necesarias para evitar que las temperaturas globales superen 1,5 ºC y evitar así los peores impactos del cambio climático. Necesitamos acciones reales de la clase política a todos los niveles: municipal, autonómico y estatal que pongan fin a los combustibles fósiles.
En la COP25, los líderes mundiales tienen la oportunidad de superar el creciente escepticismo mundial de que son capaces de poner freno a la emergencia climática y de escuchar a los millones de personas que salen a la calle pidiendo medidas reales y urgentes para salvar el clima.
Después de que el IPCC emitiera una terrible advertencia y el reciente Informe de la ONU sobre la brecha de emisiones, es hora de que los líderes conviertan los compromisos en acciones reales:
- Mejorar urgentemente los objetivos de acción climática y esbozar una hoja de ruta para presentar planes NDC (contribuciones nacionales de reducción de CO2) en 2020.
- Asegurar que los costes de la transición energética no se trasladen a la población y que las comunidades vulnerables reciban apoyo para reaccionar ante los impactos climáticos.
- Evitar arruinar el Acuerdo de París con lagunas en el mercado de carbono.
- Escuchar a la ciencia y a la gente, no a las poderosas industrias extractivas y a las causantes del cambio climático que bloquean el avance en la lucha climática.
La COP25 debe servir también para impulsar la formación de un nuevo Gobierno en España que ponga en sus prioridades la lucha contra el cambio climático y para aumentar los objetivos nacionales de reducción de emisiones a al menos el 55% en 2030 respecto a 1990 y que estas se reduzcan a cero neto en 2040.
Greenpeace
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