Cincuenta años después del primer alunizaje, los científicos trabajan a destajo en la próxima misión lunar. El objetivo: una estación de investigación habitable en la Luna. ¿En qué etapa se encuentra la investigación lunar internacional?
Durante 4.500 millones de años, la Luna ha sido la compañera constante de nuestra Tierra. Ahora está volviendo al foco de la ciencia: cincuenta años después de que el primer pie humano tocara este cuerpo celeste, los científicos de todo el mundo trabajan a destajo en la próxima misión a la Luna con el objetivo de construir una estación de investigación habitable en la superficie lunar. Neil Armstrong, la primera persona en llegar a la Luna en 1969, no pasó siquiera un día completo allí. Ahora los más variados experimentos en todo el mundo persiguen un objetivo: pronto los astronautas deberían poder vivir de forma autónoma en la Luna. Sin embargo, hay que superar algunos obstáculos nada insignificantes. Sin la protección de la atmósfera terrestre, los viajeros a la Luna están cien veces más expuestos a la radiactividad de la Tierra. Para la construcción de una estación lunar habitable hay que resolver este problema fundamental. Pero, ¿cómo se puede construir un hábitat lunar donde los investigadores vivan y trabajen durante meses? Ingenieros y científicos de materiales trabajan para aprovechar el polvo lunar, similar al basalto, como material de construcción. Los trajes espaciales hasta ahora han sido concebidos principalmente para el espacio, y son inapropiados para la Luna, que tiene una gravedad mínima, seis veces menor que la de la Tierra. El proyecto EDEN ISS, del Centro Aeroespacial Alemán, prueba en la Antártida el cultivo de alimentos en un entorno hostil. Los tomates y pepinos se cultivan en un contenedor de circuito cerrado. Los cineastas visitan institutos de investigación de todo el mundo para obtener respuestas actuales a las preguntas más candentes sobre la investigación lunar.
Con 50 años de vida en común ya estamos transitando por este “Camino otoñal”, descubriendo, día a día, la alegría de vivir y tratando de colaborar en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. El Otoño, al igual que el Adulto mayor, tiene su belleza y la estamos conociendo. Pensamos que hay mucho camino que recorrer y todavía tenemos una mirada optimista de la vida, consciente que junto a las dificultades del diario vivir, hay desafíos que afrontar y oportunidades para servir.
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