Francia conmemora en 2022 a unos de sus autores más ilustres, el actor y dramaturgo Jean-Batiste Poquelin, mejor conocido como Molière, quien inventó en el siglo XVII un tipo de comedia inédita basada en la parodia de las costumbres y el reflejo de los vicios de su época.
Bajo el protectorado del Luis XIV, el Rey Sol, Molière se convirtió el "entretenedor de la corte". Escribio en total 35 obras que han sido traducidas en muchos idiomas, que han atravesado los siglos para formar parte repertorio clásico y ser objeto de miles de puestas en escena en todo el mundo.
“Molière fue un gran reformador de la manera de actuar para el teatro. Fue un actor formidable, que defendió “la actuación natural”. Dejó atrás las convenciones para dedicarse a reproducir y parodiar a la sociedad. Se suele decir que pintó en el teatro a los principales arquetipos sociales. Fue también un escritor genial, que inventó la comedia moderna, en verso y en prosa”, explicó a RFI el historiador Martial Poirson, uno de los especialistas más reputados de la obra de Moliere.
La Comédie Française en París, la " Casa de Molière"
Molière fundó su propia compañía en 1643, el "Ilustre teatro" para la que actuó y escribió sus obras. Tras la muerte del autor, el "Ilustre Teatro" se asoció a otra compañía para fundar la Comédie Française, en 1680.
Actualmente, la Comédie Francaise se despliega en tres teatros en París y tiene un repertorio de 3000 obras, aunque las de Molière están presentes en cada temporada.
“Molière es un genio que dejó a los artistas la libertad de interpretar sus piezas, cada quien a su manera. Cada pieza, cada personaje acepta miles de lecturas posibles. Su humor, además, tiene muchas capas. A veces, Molière es un drama absoluto, pero para entender eso, hace falta tiempo. Y cuando se llega a ese punto, Moliere es sublime”, aseveró Jérémy Lopez, uno de los actores de la Comédie Française.
La Comedie Française posee también una importante colección de objetos. Pero uno en especial es resguardado como una reliquia: el sillón de Molière.
"En este sillón, Molière interpretó el último rol de su vida, el de Argán, en El Enfermo Imaginario. Molière actuó tres veces y en la cuarta representación tuvo un acceso de tos que obligó a suspenderla función. Poco después murió de tuberculosis. El sillón pasó entonces a la historia y de hecho, se utilizó durante casi 200 años, hasta 1879. Después se decidió colocar en una vitrina para que los espectadores pudieran verlo todas las noches”, contó la conservadora de la Casa de Molière, Agatha Sanjuan.
Pézenas, la cuna del "molierismo "
París, el Louvre o Versalles son lugares donde Molière alcanzó un gran éxito y dejó una huella imborrable. Pero en el sur de Francia, una pequeña ciudad medieval puede hacer alarde de su vínculo con el gran dramaturgo. Se trata de Pézenas, en el departamento de Hérault, donde se conserva otro ilustre sillón de Molière.
En sus inicios, la obra de Molière no tuvo mucho éxito en Paris, por lo que el joven dramaturgo se fue de la ciudad y durante 13 años viajó por toda Francia. Vivió en Pézenas, una pequeña ciudad de la región occitana de Languedoc, en tres ocasiones. La primera en 1650.
"Sabemos que Molière vino a Pézenas en 1650 porque en los archivos departamentales tenemos un recibo que cuenta que lo certtifica. Sabemos que solía frecuentar una tienda, la del barbero Gély, un comercio muy popular en el pueblo de Pézenas. Ese barbero tenia un sillón y se dice que Molière se sentaba en ese sillón para mirar a la gente, al pueblo de Pézenas. Se dice que eso influyó mucho para crear algunos personajes famosos de sus obras. Molière evocó a la ciudad de Pézenas en una obra que se llama El Señor de Pourceaugniac donde describe el ambiente y la gente que vivía en esa época”, comentó Murielle Dambreville, quien es guía y conferencista en Pézenas.
Molière murió en 1673, pocos días después de desplomarse en el escenario cuando interpretaba El enfermo imaginario, una muerte trágica que acrecentó la leyenda de Molière.
Hoy en día, los máximos galardones del teatro francés de llaman los "Molière", premios que se entregan desde 1987.
Las conmemoraciones por los 400 años del gran dramaturgo francés comenzaron el 15 de enero, día del registro de su bautizo, en 1622. Drante todo el año, se rendirá tributo a Molière, con decenas de representaciones de sus obras, nuevas publicaciones, exposiciones y coloquios.
RFI
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