Con gran parte de Europa asfixiada por las altas temperaturas, algunas zonas luchan contra el fuego.
En Portugal, más de 3.000 bomberos trabajan con los vecinos desesperados por salvar sus casas de los varios incendios que se propagan en todo el país.
Este vídeo de un equipo de la radio local atravesando una autopista en llamas es la imagen del miedo ante la voracidad de un fuego que lo engulle todo a su paso.
La culpa la tiene la "extrema sequía" que sufre el 96% del país desde junio.
Se prevé que las temperaturas en el interior de Portugal alcancen los 44 grados centígrados durante el día, ya que la masa de aire caliente y seco procedente de África sigue ahogando el borde occidental de la Península Ibérica.
Al amanecer, cerca de la ciudad de Palmela, al sur de Lisboa, la destrucción era evidente: 400 hectáreas de bosque se han calcinado, incluidas varias naves agrícolas.
Desde el 8 de julio Portugal ha sufrido más de 9.000 incendios rurales que han requerido más de 30.000 efectivos para su extinción.
Sin fuegos artificiales del día de la República en el sur de Francia
También el suroeste de Francia está afectado por los incendios. Allí algunos vecinos se niegan a abandonar sus casas pese al avance de las llamas.
Ya se han consumido 700 hectáreas de bosque y miles de ciudadanos han sido evacuados, en una zona que no suele ser propensa a los incendios.
Para limitar el riesgo de provocar fuegos accidentales, algunas ciudades como Toulouse y Lourdes modificaron el jueves sus celebraciones del Día de la Bastilla. Nimes directamente canceló los tradicionales fuegos artificiales.
Euronews
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