Descubra la miel de las montañas del Cáucaso, elaborada en Azerbaiyán. A los pies del Gran Cáucaso aún hay productores que practican una tradición apícola silvestre, conocida como 'tekne', para elaborar miel.
En el noroeste de Azerbaiyán, la antigua Ruta de la Seda surca las montañas y llanuras del Gran Cáucaso, donde Europa se encuentra con Asia.
Los remotos pueblos de montaña y el inmaculado campo lo convierten en el destino perfecto para los amantes del aire libre. Cinzia Rizzi explora la región para conocer el proceso de la apicultura que produce una de las mejores mieles, y las maravillas de su naturaleza.
El secreto de las colmenas tradicionales en el Cáucaso
Lekit es un pequeño pueblo al pie de las montañas. Aquí, desde hace siglos, los lugareños producen miel de las montañas del Cáucaso. Cinzia Rizzi descubresus secretos y cómo los productores continúan una tradición apícola silvestre llamada 'tekne'.
Mediante el uso de un tronco ahuecado tallado en árboles blandos, las colmenas tekne replican el hábitat natural de las abejas que viven en los árboles. La ausencia de interferencia humana es lo que la distingue de la apicultura normal.
Sin embargo, en el siglo XIX, las colmenas tradicionales de Azerbaiyán fueron reemplazadas cada vez más por colmenas de marco. Solo unos pocos productores siguen utilizándolos para la cría de abejas.
"Esta zona es la correcta para la apicultura porque se encuentra dentro de las montañas del Cáucaso. La naturaleza es muy rica; la zona está llena de vegetación, la flora y la fauna son muy diversas. Es por eso que esta área es justa y un lugar perfecto para la producción de alta calidad miel", asegura Kenan Shikhamirov, apicultor, Bal Evi.
Las tradicionales Maharas: perfecta combinación de sabores
Todas las mesas de desayuno de Azerbaiyán tradicionalmente sirven miel con mantequilla casera.
La masa mahara está hecha con huevos, leche, harina y sal. La sal es lo que le da un sabor único.
Las maharas se hacen tradicionalmente en la víspera de las vacaciones de Nowruz en primavera, representan el renacimiento y el rejuvenecimiento después de un largo invierno.
"Las **maharas generalmente se comen con miel, y a menudo se comen para el desayuno.**También puedes comerlos a otras horas del día, si tú quieres", explica Ruhengiz Ruhengiz Shikhamirova, cocinera.
La naturaleza del Cáucaso: como de cuentos de hadas
A las afueras del pueblo de Lekit, hay varias rutas de senderismo que van profundamente en el bosque del Gran Cáucaso.
Vale la pena seguir descubriendo estos paisajes que llevan a lugares como de cuentos de hadas, como la cascada de Mamirli, cubierta de una magnífica alfombra verde de musgo, fruto del agua que fluye entre las rocas desde hace cientos de años.
Allí, Cinzi Rizzi hace un perfecto cierre a este día, rodeada de naturaleza, de los olores de una miel de la mejor calidad y el calor que los habitantes de la región le brindaron durante esta visita.
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