El auge de los extremistas ha suscitado una participación récord en la "Marcha por la Vida" que se desarrolló por las calles de Budapest el pasado 21 de abril, en recuerdo a los más de 500.000 judíos húngaros víctimas del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Y también uno de los motivos de la celebración, a principios de mayo, de la asamblea plenaria del Congreso Judío Mundial en Budapest.
Los incidentes antisemitas se han multiplicado en los últimos meses en Hungría, que cuenta con la comunidad judía más importante de Europa Central. Un fenómeno que se une a los frecuentes ataques contra la comunidad gitana. El partido extremista Movimiento por una Hungría Mejor, Jobbik, es la tercera fuerza política del país. Uno de sus integrantes llegó a pedir que se hicieran listas de los judíos, especialmente de los que están en el Gobierno y en el Parlamento, porque suponían un riesgo para la seguridad nacional. Unas palabras que provocaron indignación en el país. El político pidió disculpas y después argumentó que se refería a los ciudadanos con la doble nacionalidad húngaro-israelí. El Parlamento Húngaro ha prometido medidas más estrictas contra toda forma de racismo y comportamiento antisemita.
En cuanto a la educación, las recientes recomendaciones del Ministerio de Educación que abogan, por ejemplo, por la inclusión en los programas escolares de autores conocidos por su posición antisemita durante la guerra han suscitado protestas. Según algunos profesores no se trata de una iniciativa neutral, porque estos autores no son grandes escritores y eso puede llevar a pensar que detrás hay razones ideológicas y políticas.
La celebración del Congreso Judío Mundial en Budapest reaviva el debate sobre las responsabilidades de las heridas de la historia. La víspera se celebrará una manifestación apoyada por el partido Jobbik para, según argumenta una diputada, dejar claro el papel de los judíos húngaros en 1919 y 1945, otro de los episodios más dolorosos que ha vivido el país.
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