Héctor Pavez Casanova nació el 1 de diciembre de 1932, hijo de una
modista y costurera y de un campesino emigrado a Santiago e iniciado en la
artesanía. Su cuna fue una casa de calle Pizarro, en San Eugenio, barrio obrero
poblado por industrias textiles y marcado por la presencia de la maestranza
ferroviaria.
Cumplida la educación secundaria
en el capitalino Liceo Amunátegui de la avenida Portales, Pavez estudió danza
flamenca y entró luego a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde
tuvo como maestros a los profesores del Teatro Experimental de la época. De ese
tiempo data su conocido alias, luego de que en un montaje de la obra ‘‘Fuerte
Bulnes’’, de María Asunción Requena, hiciera el papel de un indio: a partir de
entonces lo llamarían Indio Pavez. También coincidió con compañeros de
generación como Delfina Guzmán, Nelson Villagra y Victor Jara, y éste último marcó su acercamiento al folclor.
–En los inicios buscó su línea
artística en muchas cosas. Lo que tenía claro es que quería estar vinculado al
arte. Descubrió esta fuerza de folclor y no soltó más la guitarra –dice Héctor Gitano Pavez, su hijo. Con esa guitarra en mano, en
1957 el Indio Pavez dejó la escuela de teatro y empezó a recopilar música en
viajes por la pampa salitrera, el valle central y Chiloé.
En paralelo a sus estudios de teatro, Héctor Pavez se había
acercado en 1955 a los cursos que la investigadora Gabriela Pizarro dictaba
en la Casa de la Cultura de Ñuñoa, y que originaron al conjunto Millaray en
1958. Ambos estuvieron entre los fundadores del grupo, se casaron en 1960 y
tuvieron cinco hijos, Gabriela Violeta (n. 1961), Anaís (n. 1962), Valentina
(n. 1963), Héctor (n. 1964) y Julieta Pavez (n. 1965).
«Héctor era mi collera. Él tenía muy buena voz, tenía mucha
llegada y desplante. Era buen intérprete», recuerda la folclorista en el libro
«Gabriela Pizarro Soto y su andar en el folklore chileno», de Exequiel Gómez y
Elda Sepúlveda. Como parte de Millaray, Héctor
Pavez hizo sus primeras investigaciones profundas en la música de Chiloé.
–Por una cosa social, de machismo
que había en Chiloé, mi madre puso a uno de sus alumnos más astutos, que era mi
padre, a trabajar en el campo de la investigación. Como Héctor Pavez tenía un
carisma alegre, era hombre y tenía otra llegada con la gente, era muy
simpático, los chilotes le tomaron mucho cariño –explica su hijo. Y el propio
Héctor Pavez recalca la importancia de Chiloé para su trabajo en una entrevista
del periodista Óscar Vega en el diario «Clarín», en marzo de 1973: «Chiloé es
mágico. Es un pueblo creador. Conserva las más puras tradiciones del pasado.
Chiloé ha marcado a fuego mi labor artística dándome una proyección».
Su participación en el conjunto
duró hasta 1965, cuando se separó de Gabriela Pizarro y
empezó a grabar en solitario. Con apoyo de Rubén Nouzeilles, director artístico
de Odeon, lanzó los discos Canto y guitarra y Canto popular. En Millaray ya
actuaba como solista al interpretar canciones como «La huillincana» o «El
pavo», y tras dejar al grupo siguió dedicado a la recopilación y se inició en
la creación. Pavez es el hombre que popularizó el vals «El lobo chilote», de Porfirio Díaz y Manuel Andrades, el vals «La pobre
loca», de Críspulo Gándara, y
la cueca «La huillincana», del chilote Liborio Bórquez, El Cuncuna. Al
mismo tiempo, ya en su primer LP escribió «Para bailar sirilla» y entre sus
cuecas están ‘‘A Luis Emilio Recabarren’’ y la popular ‘‘Cueca de la CUT’’.
Su actividad era frecuente en
escenarios de la época, entre ellos los de la Peña de los Parra, La Candela y
la Peña Chile Ríe y Canta, asociada al programa del mismo nombre que el
locutor René Largo Farías había creado en 1963 en radio Minería. El cantante
fue parte de la primera gira europea de Chile Ríe y Canta en 1967, en la que el Dúo Rey Silva, Quilapayún, Patricio Manns, Silvia Urbina, Héctor Pavez y el sacerdote Fernando Ugarte actuaron durante tres meses en
París, Berlín, Budapest, Roma, Madrid, Praga, Leningrado y Moscú. Y a su
regreso creó el grupo Cantos y Danzas, integrado por Héctor Pavez (voz e
instrumentos), su hermana Raquel Pavez (danza y coreografía) y Carlos Cabrera
(danza), a quienes luego se sumarían Nelly Pavez, Helena González, Delia Muñoz,
Hiranio Chávez, futuro director de Chamal, e Ignacio Nacho Chamorro.
–Comienza específicamente a proyectar con más fuerza el trabajo de
Chiloé. Tuvo una gran popularidad esa agrupación. En algún momento compitió
artísticamente con Millaray, con Cuncumén –recuerda su hijo. Las más diversas
manifestaciones del folclor llamaban la atención de Héctor Pavez. Él fue además
uno de los impulsores de los tres discos que el legendario grupo de cueca brava
santiaguina Los Chileneros hizo
con el mismo sello Odeon a partir de 1967, como acredita Hernán Núñez Oyarce,
patriarca de ese grupo, en una de las estrofas de su libro «Mi gran cueca»
(2005): Fue
doña Margot Loyola / y con don Héctor Pavez / y con don Rubén Nouzeilles /
nuestros primeros long-plays. Y al mismo tiempo ya actuaba a menudo
en actos y concentraciones políticas y sindicales.
–Cerca de la candidatura de
Allende empezó a acercarse a la cosa social con más fuerza –explica Gitano Pavez–. Era
artista de Salvador Allende.
Héctor Pavez presidió el Comité de Artistas Populares
en apoyo a Allende durante campaña de la UP. En 1971 actuó junto a Rolando Alarcón con
el auspicio de la Oficina de Informaciones y Radiodifusión de la Presidencia de
la República, que dirigía Largo Farías. Y la aludida entrevista con «Clarín» en
1973 da luces sobre su opción política.
«La canción social es la más válida. El pueblo la siente como
suya. Crecen los que de una forma u otra están con el folklore, comprometidos
con la canción política, con el mensaje popular, llenos de sentimientos que
preocupan a las mayorías», dice. «El folklore tradicional es la veta de
sustentación, pero los dolores, las angustias, la justicia social están siempre
presentes en nuestro canto. Y lógicamente no podemos defender posiciones de
avanzada cantando temas románticos. No podemos quedarnos en el lamento
deprimido. Por eso vamos insistentemente a lo nuestro, a la canción social que
trata de presentar los problemas, darles una luz (…). Y ése es el sentido de
nuestro combate».
Dos golpes vinieron a minar la
salud del cantante en 1973. A raíz de problemas cardíacos que ya habían
motivado una intervención quirúrgica, el 23 de julio debió ser nuevamente
operado y le fue instalada una válvula en el corazón.
–Ya tenía indicios. Recuerdo que
Salvador Allende, como doctor, hizo toda la dirección de esa operación. Estaba
muy preocupado, lo fue a ver al hospital –explica su hijo–. De hecho fue muy
terrible la pérdida de Rolando Alarcón, que murió de lo mismo (en febrero de
1973). Iban juntos en una gira de Chile Ríe y Canta. Sufrió un ataque, lo
trasladaron a Santiago y falleció. Héctor Pavez era amigo entrañable con Rolando Alarcón.
El segundo fue el golpe de Estado
del 11 de septiembre. Para esa fecha Pavez era además el presidente del
Sindicato de Folcloristas y aún estaba convaleciente cuando se desencadenó la
persecución posterior al golpe. Su grupo Cantos y Danzas se desintegró y meses
más tarde el cantante partió al exilio junto a su hermana Raquel Pavez, con
quien llegó a París en marzo de 1974 y se instaló en la comuna de Montreuil.
Tras reformar el conjunto con
Raquel y Ramón Moncho Pavez,
su hermano menor, y con Carlos Cabrera, empezó a actuar con intensidad.
Escribió en la cueca «Alerta, pueblos del mundo» su denuncia del golpe contra
Allende. El 1 de mayo de 1974 cantó en un acto de la confederación de
trabajadores francesa. Participó como músico en la obra de teatro ¿Qué hora será en Valparaíso? presentada
por el Théatre des Amandiers en Nanterre, e integró una gira europea encabezada
por Hortensia Bussi, viuda de Allende.
Los
recuerdos de Pavez tras esos días constan en su correspondencia con René Largo
Farías, publicada en la revista «Chile ríe y canta». «… Canté en Austria en un
impresionante acto de solidaridad con el pueblo chileno. Allí habló la
compañera Tencha (Bussi), que ha desplegado una actividad increíble, de enorme
valor. Luego iré a Italia y Bélgica, y tengo pendiente una invitación para ir a
cantar a Portugal», escribe el 20 de septiembre de 1974.
–Llegó a un estado muy crítico, porque tenía que descansar, pero
en Francia empezó a cantar, a moverse, a recibir a los chilenos que venían, no
tomó el reposo y eso fue agravando su enfermedad. Todo esto junto a la angustia
y la pena –dice Gitano Pavez. En
febrero de 1975, Héctor Pavez empezó a grabar un nuevo disco, y la tarea le iba
a llevar los últimos meses de vida. Tras una nueva crisis, murió a los 42 años,
el 14 de julio de 1975, en un aniversario de la revolución francesa. Un grupo
de exiliados chilenos como Osvaldo Gitano Rodríguez y Marcelo Coulon,
según el relato del periodista Edmundo Vera, lo despidió en el cementerio Pére
Lachaise, donde sus restos están hasta hoy.
Héctor Pavez dejó unas palabras
escritas en la carátula de ese disco póstumo. «Estas trece danzas cantadas son
del pueblo chileno. Con ella el hombre de mi patria ríe y canta. Desde el fondo
de su alma junto a su vibrante alegría se mezclan el dolor en una expresión
mágica. Esas danzas llegaron a Chile con los españoles pero no buscaron ser
acogidas en los salones. El pueblo se las apropió y las recreó. Las ha hecho
criollas, confidentes y compañeras inseparables». Y el 11 de junio de 1975,
tres meses antes de morir, escribió a Largo Farías sobre sus últimos planes.
«El disco quedó hermoso. Gran foto en la carátula. Aparecerá en septiembre.
Siento que mi voz y la de Chile irán por toda Europa en esas trece danzas
bailadas por el pueblo».
Textos: Música popular
Discografía
Solista
·
1967 - Canto y Guitarra. El Folklore de Chile Vol. XVI
·
1970 - Canto Popular. El Folklore de Chile. Vol. XX
·
1972 - Folklorico Popular. El Folklores de Chile Vol. XXIX
·
1975 - Cantos y Danzas de Chile (postumo)
Sencillos
·
1967 - El lobo chilote / Las penas del minero
·
1970 - Cueca Larga Chilota / Bien conozco
·
1970 - Corazón de Escarcha / Ulluni
·
1970 - A la mar me fui por naranjas / No se que tiene esa calle / Cuando chiquito en la cuna
·
1971 - La tierra nos convida / Cjile nuevo
·
1971 - Festival de la canción ancuditana (junto a Rolando Alaracón
1972
- Valsesito de los Chacareros / El tornado
Colectivos
·
1966 - Carpa de La Reina
·
1970 - Chile ríe y canta
·
1973 - Himno de la CUT / Cueca de la CUT
·
1975 - Chile combatiente - Chansons de la Résistance Chilienne
·
1975 - Chants d'exil et de lutte - Quelle heure peut-il etre a Valparaiso?
·
198? - Chile ríe y canta
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