China pretende introducir un 'sistema de crédito social' con el que valorar a sus ciudadanos. Con puntos de recompensa y de penalización: quien cruce un semáforo en rojo o agite contra el Gobierno pierde puntos y debe asumir las consecuencias.
Retrasarse en el pago de las facturas, beber demasiado alcohol: este tipo de infracciones conllevan puntos de penalización y pueden traer consecuencias como, por ejemplo, la pérdida de capacidad crediticia y de viajar libremente. El que se comporte convenientemente recibe puntos de bonificación con los que puede acceder a descuentos en reservas de hotel o de alquiler de autos. Millones de cámaras desplegadas en las calles de China permiten una vigilancia completa, que se combina con sistemas modernos de reconocimiento facial y de análisis de las huellas digitales y perfiles de comportamiento en la red. El controvertido sistema de crédito social se encuentra actualmente en fase de pruebas. A partir del año que viene será introducido en la capital, Pekín. Dos ejemplos: una joven gerente de marketing está orgullosa de su buena puntuación. Gracias a ello, su hijo pequeño tiene más posibilidades de ingresar en una escuela de élite. En cambio, un periodista que ha informado sobre corrupción recibe una valoración negativa y debe afrontar las consecuencias: su cuenta de redes sociales fue cancelada y se le prohíbe volar.
Los afectados de forma más drástica son los miembros de la minoría uigur. Viven en la región noroccidental de Xinjiang y profesan mayoritariamente la fe islámica.
Antes se creía que los adultos mayores perdían neuronas cada día y que la conexión de nuevos circuitos neurales era imposible. Sin embargo, investigaciones recientes indican que muchos factores —entre ellos el ejercicio físico y mental— pueden generar nuevos circuitos neurales y de esta manera ayudar a mantener una efectiva lucidez mental. Ciertas destrezas, como la reacción rápida y la memoria, tienden a declinar cuando se envejece, pero esos declinamientos son muy leves y no interfieren con la vida productiva, debido a que la experiencia y sabiduría de la gente mayor puede contrarrestar ese declinamiento. La investigación sugiere que la gente que le pone nuevos retos a su cerebro, tiene más probabilidad de mantener la función mental activa cuando envejece, y que incluso puede alejar el riesgo de Alzheimer. Por otra parte, dado que la actividad física reduce el estrés y la depresión actúa como un protector de las funciones cerebrales. Los estudios realizados en personas centenarias, s...
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