Noruega conmemora los 10 años del ataque más sangriento vivido en el país desde la Segunda Guerra Mundial. Varios políticos han rendido homenaje en la isla de Utoya a las víctimas de aquellos dos atentados que hace ahora diez años acabaron con la vida de 77 personas.
El terrorista de extrema derecha Behring Breivik, disfrazado de policía, colocó primero una furgoneta con explosivos en la capital del país, Oslo. Ocho personas murieron en aquella explosión.
Poco después, el terrorista viajó armado a la isla de Utoya, donde se celebraba el campamento anual del Partido Laborista de Noruega. Breivik asesinó allí a 69 personas durante una matanza que se alargó una hora y que su ejecutor veía como una purga del multiculturalismo, que, según él, amenazaba a su país.
El asesino de extrema derecha fue condenado por asesinato en masa y actualmente se encuentra en prisión.Diez años después, Noruega sigue preguntándose qué llevó a uno de los suyos a realizar semejante acto de odio.
Euronews
Comments