A pocos días de que Donald Trump asuma la presidencia, en Ucrania reina la incertidumbre sobre el futuro del apoyo militar de Washington. Un cese del envío de armas, podría obligar Kiev a negociar la paz con Rusia en una posición de extrema debilidad. Trump ya nombró a Keith Kellog como enviado especial para ese conflicto. El plan elaborado por este general retirado fue recibido por los ucranianos con optimismo moderado, pero también con escepticismo.
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