El monasterio de Pantokrator, situado en el norte de Grecia, está desvelando uno de sus mayores secretos. La comunidad autogestionada del Monte Athos se ha establecido aquí desde hace más de mil años. Su biblioteca es un cajón de sastre de obras poco conocidas y centenarias en idiomas como el griego, el ruso o el rumano.
Muchas de ellas se han estudiado con anterioridad, pero los investigadores están sacando primera vez miles de manuscritos de la época otomana, que abarca desde finales del siglo XIV a principios del XX.
El padre Theopilos es un monje que está colaborando en los trabajos. "Hay aproximadamente 1.300 documentos bizantinos originales. No existen más en ningún otro lugar. Aquí tenemos los documentos otomanos más antiguos , de-antes de la caída de Constantinopla- que se conservan en los monasterios del Monte Athos".
Los documentos regulaban las relaciones de los monjes con las autoridades seculares. Hay decretos de los sultanes, escrituras de propiedad y decisiones judiciales. Los nuevos gobernantes protegieron a la comunidad y preservaron su autonomía, una historia diferente a la concepción más habitual en Grecia, como explica Yiannis Niehoff-Panagiotidis, erudito de Bizancio: "Los sultanes mantuvieron el monte Athos como el último vestigio de Bizancio, semi-independiente y no lo tocaron. Ni siquiera mantuvieron tropas aquí"
Anastasios Nikopoulos, jurista y colaborador científico de la Universidad Libre de Berlín, añade que "la pequeña democracia de los monjes fue capaz de ganarse el respeto de todas las potencias conquistadoras de la región. Y es que el Monte Athos era visto como una cuna de la paz, la cultura...."
Entre las revelaciones está que durante los dos primeros siglos de dominio otomano no hubo ningún esfuerzo por imponer la ley islámica en el enclave. Por otro lado, las mujeres siempre han tenido prohibido el acceso a este lugar, un veto que se mantiene a día de hoy.
Euronews
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