"Antes nos mataban con armas de fuego, ahora con deforestación y represas". El fracaso del gobierno brasileño a la hora de proteger la selva amazónica está obligando a los pueblos originarios de los Munduruku a tomar medidas contra la apropiación de tierras y la deforestación ilegal.
En una alianza sin precedentes bajo el liderato del jefe Juárez Saw Munduruku, los pueblos originarios llevan más de seis años luchando contra el robo de sus tierras. En Brasil, 600.000 kilómetros cuadrados de selva - comparable a la superficie de toda Francia - son cultivados por agricultores sin escritura oficial de propiedad. La dictadura militar (1964-1985) promovió su asentamiento en tierras estatales, aunque nunca se convirtieron en propietarios legales. Los especuladores aprovechan este vacío legal, talando los bosques y vendiendo la tierra con escrituras de propiedad falsificadas. Esta apropiación de tierras, conocido como "Grilagem” en portugués, es la causa de la deforestación descontrolada y los conflictos violentos.
Este documental se rodó entre 2014 y 2020, bajo tres gobiernos brasileños diferentes. Proporciona una visión del drama de la ocupación ilegal de tierras y áreas forestales estatales por parte del crimen organizado. Varios pueblos originarios se han unido bajo el liderato de Juárez Saw Munduruku, jefe del pueblo Munduruku, para defender su hábitat.
Con las dos grandes iniciativas Castanheira y Ríos Voadores, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA), junto con el Ministerio Público Federal y la Policía Federal, quieren frenar la apropiación de tierras en el sudoeste del estado de Pará. Las organizaciones criminales están penetrando cada vez más en la selva tropical, en 2019 se aproximaron a la zona de la etnia Munduruku.
El Colectivo Audiovisual Munduruku desempeña un papel importante en la lucha por la preservación de la región amazónica. El objetivo de estos activistas es defender el hábitat de los Munduruku y llamar la atención internacional sobre su situación.
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