El paisaje apocalíptico de Pakistán empieza a perfilarse con un primer recuento de más de mil muertos, tras una de las peores inundaciones que se recuerdan en Pakistán.
Los monzones han desbordado numerosos ríos, sumergido casi un tercio del país bajo las aguas y destruído ciudades y pueblos a su paso y cobrándose más de mil vidas.
Un flujo constante de helicópteros intenta rescatar a miles de personas que han quedado aisladas.
Han vivido el horror de cerca, pero sólo a vista de satélite se puede comprender la magnitud de las inundaciones. La ONU ha pedido 160 millones de dólares de ayuda urgente que justifica su secretario general Antonio Guterres: "La catástrofe climática ha matado a más de mil personas y muchas más han resultado heridas. Millones de personas se han quedado sin casa; las escuelas y las instalaciones sanitarias han sido destruidas, los medios de subsistencia han quedado destrozados, las infraestructuras esenciales han desaparecido y las esperanzas y sueños de la gente se han desvanecido".
Guterres, visitará la zona la próxima semana. El gobierno pakistaní está desbordado. Las lluvias han destruido o dañado gravemente más de un millón de viviendas.
Campos, cultivos y cosechas han quedado devastadas.
Son 33 millones de personas, una de cada siete paquistaníes, las se han visto dañadas por las inundaciones.
Euronews
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