Cientos de personas se manifestaron el sábado en varias partes de la India para protestar por la reciente decisión del gobierno de liberar a 11 hombres que habían sido encarcelados de por vida por violar en grupo a una mujer musulmana durante los devastadores disturbios religiosos de 2002 en la India.
Los manifestantes en la capital del país, Nueva Delhi, corearon eslóganes y exigieron al gobierno del estado occidental de Gujarat que anule la decisión. También cantaron canciones en solidaridad con la víctima.
También se celebraron protestas similares en otros estados.
Los 11 hombres, puestos en libertad con suspensión de la pena el 15 de agosto, cuando India celebraba el 75 aniversario de su independencia, fueron condenados en 2008 por violación, asesinato y reunión ilegal.
La víctima, que ahora tiene más de 40 años, declaró recientemente que la decisión del gobierno del estado de Gujarat la ha dejado aturdida y ha hecho tambalear su fe en la justicia.
La víctima estaba embarazada cuando fue brutalmente violada en grupo durante la violencia comunal de 2002 en Gujarat, donde murieron más de 1 000 personas, en su mayoría musulmanas, en unos de los peores disturbios religiosos que ha vivido la India desde su independencia de Gran Bretaña en 1947. Siete miembros de la familia de la mujer, incluida su hija de tres años, también murieron en la violencia.
"Todo el país debería exigir una respuesta directamente al primer ministro de este país", dijo Kavita Krishnan, una destacada activista.
Funcionarios de Gujarat, donde el Partido Bharatiya Janata del primer ministro Narendra Modi está en el poder, han dicho que la solicitud de remisión de los condenados se concedió porque habían cumplido más de 14 años de cárcel. Los hombres podían acogerse a la política de remisión de 1992 que estaba en vigor en el momento de su condena, según los funcionarios. Una versión más reciente de la política adoptada en 2014 por el gobierno federal prohíbe la remisión de la pena a los condenados por determinados delitos, incluidos la violación y el asesinato.
Los disturbios han perseguido durante mucho tiempo a Modi, que era el máximo responsable electo de Gujarat en ese momento, en medio de acusaciones de que las autoridades permitieron e incluso alentaron el derramamiento de sangre. Modi ha negado en repetidas ocasiones haber tenido algún papel y el Tribunal Supremo ha dicho que no ha encontrado pruebas para procesarle.
Euronews
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