Puerto Maldonado (Perú) 23 sep (EFE.- Existe una profesión que implica vivir en mitad de la selva para cuidar de la flora y fauna amazónica alejada de la civilización. Son los guardabosques, que llevan una rutina como cualquier otro trabajo en la que se combinan los conocimientos ancestrales con tecnologías de monitoreo de especies y que implica una dedicación exclusiva a la naturaleza.
"Vale la pena. Si no hubiera guardabosques, todo el área estaría llena de actividades ilegales y las nuevas generaciones ya no conocerían algunos animales", señala a Efe el coordinador guardabosques de la ONG ambiental Junglekeepers, Yuri Caceres, al ser preguntado por lo sacrificado de su ocupación.
Imágenes: Paula Bayarte.
Edición y locución: Annia Hidalgo.
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