El Reino Unido volverá al fracking. Así lo ha confirmado el Gobierno de Liz Truss tras levantar este jueves la moratoria impuesta a este controvertido método de extracción de gas de esquisto.
Con la fracturación hidráulica, el Reino Unido busca diversificar su producción de energía y protegerse de las turbulencias - y chantajes- que genera Rusia en el mercado energético tras invadir Ucrania.
Este anuncio ha sido recibido con gran preocupación por los grupos ecologistas ya que aseguran que esta técnica, que libera hidrocarburos en el subsuelo, contamina los suministros de agua y perjudica a la fauna y la flora. Además puede provocar sismos.
El Gobierno británico se ha comprometido a llevar a cabo más estudios para evitar estos daños colaterales.
Euronews
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