La ciudad británica Birmingham lidera las trágicas estadísticas, según las cuales la cantidad de gente que se presenta como sin techo ha aumentado un 140% desde enero 2010, según datos de la organización de caridad YMCA.
En 2012 el número de los individuos sin hogar en el Reino Unido alcanzó los 50.000.
"Birmingham solía ser un centro industrial con muchas familias de clase trabajadora, pero esos trabajos ya no existen. Así que supongo que la pobreza simplemente crea más pobreza y la población crece, pero el número de viviendas no. Ha llegado hasta el punto en que se desborda y no hay más remedio", dijo el gerente de un hostal benéfico, Gayle Parsons.
En vista del creciente desempleo, se necesitan cada vez más hostales como el que maneja Gayle. Porque para la creciente comunidad de los sin techo, la ocupación de las 12.000 viviendas abandonadas ya no es una opción. Antes de la llegada del invierno, con una nueva ley del Parlamento británico que penaliza las ocupaciones, esta contravención civil pasó a ser un delito. Y dormir en la calle es lo único que les queda.
Antes se creía que los adultos mayores perdían neuronas cada día y que la conexión de nuevos circuitos neurales era imposible. Sin embargo, investigaciones recientes indican que muchos factores —entre ellos el ejercicio físico y mental— pueden generar nuevos circuitos neurales y de esta manera ayudar a mantener una efectiva lucidez mental. Ciertas destrezas, como la reacción rápida y la memoria, tienden a declinar cuando se envejece, pero esos declinamientos son muy leves y no interfieren con la vida productiva, debido a que la experiencia y sabiduría de la gente mayor puede contrarrestar ese declinamiento. La investigación sugiere que la gente que le pone nuevos retos a su cerebro, tiene más probabilidad de mantener la función mental activa cuando envejece, y que incluso puede alejar el riesgo de Alzheimer. Por otra parte, dado que la actividad física reduce el estrés y la depresión actúa como un protector de las funciones cerebrales. Los estudios realizados en personas centenarias, s...
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