Su importancia en este sentido radica en que redujo el riesgo de contraer la sífilis, sugiere un estudio
La transformación de los hábitos sexuales que marcó los años 60 del siglo XX comenzó en realidad una década antes, en los 50, con el uso generalizado de la penicilina, un antibiótico que conllevó una rápida disminución de una temible enfermedad de transmisión sexual: la sífilis. Esto es lo que sugiere un estudio realizado en Estados Unidos que señala, además, que la aparición entonces de nuevos métodos anticonceptivos no fue en este aspecto tan determinante como se creía.
La transformación de los hábitos sexuales que marcó los años 60 del siglo XX comenzó en realidad una década antes, en los 50, sugiere un análisis recientemente publicado por la revista Archives of Sexual Behavior.
“Comúnmente se cree que la revolución sexual empezó con el desarrollo de actitudes permisivas de la década de 1960, derivado de la expansión de nuevos métodos anticonceptivos como la píldora", señala el economista de la Universidad de Emory (Estados Unidos), Andrew Francis , autor del estudio, en un comunicado de dicha Universidad.
Francis afirma que, sin embargo, "las evidencias indican claramente que el uso generalizado de la penicilina, que conllevó una rápida disminución de la sífilis durante la década de 1950, fue lo que inició la era sexual moderna".
La sífilis es una infección de transmisión sexual crónica producida por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum, sensible a la penicilina, que fue el primer antibiótico empleado ampliamente en medicina.
El descubrimiento de la penicilina ha sido atribuido a Alexander Fleming en 1928, quien junto con los científicos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey —que crearon un método para producir en masa el fármaco— obtuvo el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1945.
“Comúnmente se cree que la revolución sexual empezó con el desarrollo de actitudes permisivas de la década de 1960, derivado de la expansión de nuevos métodos anticonceptivos como la píldora", señala el economista de la Universidad de Emory (Estados Unidos), Andrew Francis , autor del estudio, en un comunicado de dicha Universidad.
Francis afirma que, sin embargo, "las evidencias indican claramente que el uso generalizado de la penicilina, que conllevó una rápida disminución de la sífilis durante la década de 1950, fue lo que inició la era sexual moderna".
La sífilis es una infección de transmisión sexual crónica producida por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum, sensible a la penicilina, que fue el primer antibiótico empleado ampliamente en medicina.
El descubrimiento de la penicilina ha sido atribuido a Alexander Fleming en 1928, quien junto con los científicos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey —que crearon un método para producir en masa el fármaco— obtuvo el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1945.
Acabó con el ‘SIDA’ de los años 30
A medida que la penicilina redujo el peligro y el coste derivados de mantener relaciones sexuales de riesgo, la población comenzó a mantener más relaciones, afirma el investigador. Del mismo modo que, cuando el precio de un producto de calidad decrece, la gente simplemente lo compra más, señala Francis comparando este fenómeno social con la ley económica de la oferta y la demanda.
"Las personas no suelen pensar en el comportamiento sexual en términos económicos", afirma, "pero es importante hacerlo porque el comportamiento sexual, al igual que otras conductas, responde a incentivos."
La sífilis alcanzó su punto máximo en Estados Unidos en 1939, año en que mató a 20.000 personas. "Fueron el SIDA de finales de 1930 y principios de 1940", señala Francis. "El temor a contraer la sífilis y a morir por esta enfermedad tenía entonces gran influencia."
En Europa, esta enfermedad barrió a partir del siglo XVI el continente desde Nápoles, provocando tasas de morbilidad y mortalidad elevadísimas. Se cree que la causa principal de esta pandemia (tanto en Europa, como en gran parte de Asia y el norte de África) se debió probablemente a la rápida urbanización.
A medida que la penicilina redujo el peligro y el coste derivados de mantener relaciones sexuales de riesgo, la población comenzó a mantener más relaciones, afirma el investigador. Del mismo modo que, cuando el precio de un producto de calidad decrece, la gente simplemente lo compra más, señala Francis comparando este fenómeno social con la ley económica de la oferta y la demanda.
"Las personas no suelen pensar en el comportamiento sexual en términos económicos", afirma, "pero es importante hacerlo porque el comportamiento sexual, al igual que otras conductas, responde a incentivos."
La sífilis alcanzó su punto máximo en Estados Unidos en 1939, año en que mató a 20.000 personas. "Fueron el SIDA de finales de 1930 y principios de 1940", señala Francis. "El temor a contraer la sífilis y a morir por esta enfermedad tenía entonces gran influencia."
En Europa, esta enfermedad barrió a partir del siglo XVI el continente desde Nápoles, provocando tasas de morbilidad y mortalidad elevadísimas. Se cree que la causa principal de esta pandemia (tanto en Europa, como en gran parte de Asia y el norte de África) se debió probablemente a la rápida urbanización.
Referencia bibliográfica:
Andrew M. Francis. The Wages of Sin: How the Discovery of Penicillin Reshaped Modern Sexuality. Archives of Sexual Behavior (2013). DOI: 10.1007/s10508-012-0018-4.
Andrew M. Francis. The Wages of Sin: How the Discovery of Penicillin Reshaped Modern Sexuality. Archives of Sexual Behavior (2013). DOI: 10.1007/s10508-012-0018-4.
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