Ayer, en medio de esta depresión general que azota al país, en casa recibimos una magnífica noticia: nuestra buena amiga Ruth, a la que queremos tanto aunque veamos tan poco, está embarazada. Cuando quizás en su entorno ya no lo esperaban, ella ha llegado con el notición bajo el brazo como un rey mago repartiendo valiosísimos regalos. Y ha conseguido emocionarnos, hasta llorar de alegría. Siempre es buena noticia la llegada de un nuevo ser humano querido y esperado. ¡Y cómo se le espera en su familia! Ruth siempre supo que quería ser madre. Y ahora ha llegado la ocasión. Ese momento único en tu historia personal que transforma tu vida y tu mundo para siempre. No sólo el tuyo, claro. Sino también el de tu entorno, que ahora se llenará de abuelos con babero y tías orgullosas.
En los próximos meses, a medida que engorda su barriga, Ruth escuchará a mucha gente decir que ya nada volverá a ser como antes. Oirá despotricar de las malas noches, el sinvivir, las limitaciones. Yo sé que le resbalarán por la curva prominente de su tripa como resbalan los malos augurios por entre los besos atados al presente de los enamorados. Pocos se atreverán a decirle lo que hoy no está de moda decir: que la maternidad-paternidad es un acontecimiento absolutamente maravilloso para quien como ella lo ha elegido libremente. Que si lo vives con ojos abiertos te transforma para bien, te hace mejor persona, te descubre el verdadero valor de las cosas, te enseña a mirar con el corazón y desparrama la ternura y la emoción que quizás ni siquiera sabías que guardabas en tu interior.
Ruth lo descubrirá dentro de pocos meses y ya se prepara para ello. Y todos a su alrededor nos felicitamos y nos dejamos contagiar. ¡Cuánta falta nos hace percibir la novedad y la frescura que trae un bebé entre los pliegues suaves de su piel por estrenar! Cuánta falta celebrar lo que somos y lo que seremos; saludar el nuevo día con esperanza y alegría. No hay nada para levantar los ánimos como una promesa de futuro. ¡Felicidades, Ruth!
María Ángeles López Romero
Papás blandiblup
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