Editorial Lumen
Este personaje terrible, que sobrevuela la historia de Tierra del Fuego todavía hoy, con biografías, fotos y objetos en los museos, es Juliu Popper (1857-1893), un rumano culto, solitario y amoral, que recorrió la isla hasta en sus rincones más inexplorados maquinando empresas y —aseguran— matando a los indios que molestaran su paso. Europeo errante, de la especie que intentaba hacerse rica a fuerza de obsesiones como la de cosechar oro del mar con un máquina de su invención, estaba estrechamente vinculado con los políticos del lugar y con los círculos letrados de la Capital.
REVISTA LA NACIÓN – BUENOS AIRES
El amor de la pareja de El corazón a contraluz es más difícil, más imposible que el de Romeo y Julieta, de Shakespeare, porque aquí los amantes mismos (además de los mundos que los enfrentan) existen en universos inconciliables. Julio Popper, judío, cínico y “civilizador” racional hasta la médula, es un asesino de indios, y Drimys Winteri, india selk’nam, siempre desnuda, bella y misteriosa, una hechicera capaz de ver a través de las montañas, de ver el interior del otro.
MÁRGARA AVERBACH, DIARIO CLARÍN – BUENOS AIRES
LE NOUVEL OBSERVATEUR – PARÍS
La belleza del lenguaje de El corazón a contraluz es indiscutible, se trata de una obra maestra no solo por la naturaleza esférica, perfecta de su construcción histórica y ficcional a la vez, sino también por la capacidad poética con que ciertos (la gran mayoría) de los pasajes son articulados.
CONSTANZA VÁSQUEZ PUMARINO – UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
En estas páginas, lo esencialmente novelístico alterna con lo biográfico, ciertas conferencias dictadas por Popper, hacen eco a la bitácora de Hernando de Magallanes, las consideraciones etnológicas responden a referencias históricas o a la cosmogonía selknam. De este aparente revoltijo emana, sin embargo, una asombrosa cohesión, como si todos esos fragmentos narrativos y estilísticos, admirablemente cincelados, procedieran de una misma vertiente para expandirse luego en un mar único y universal.
SUPLEMENTO LITERARIO DIARIO LE MONDE – PARÍS
PATRICIO MANNS (Biobío, Chile, 1937). Ha desarrollado una dilatada obra como novelista, ensayista, poeta, compositor e intérprete. Es también autor teatral. Tras el golpe de Estado en 1973, vivió el exilio en Francia, donde residió hasta finales de la década del 90. En 1980 obtuvo la beca Guggenheim de Literatura y en 1998 le entregaron el Premio Municipal de Literatura que le había sido otorgado por la novela Buenas noches los pastores en 1973. Su obra ha recibido múltiples reconocimientos y premios, entre estos: Premio del Consejo del Libro y la Lectura (2001); Premio Municipal de Literatura de Valparaíso (2005); Premio Altazor (2011); Premio a la Música Nacional Presidente de la República (2009). Su canción Arriba en la cordillera fue elegida como “la mejor canción chilena de todos los tiempos” (2009). Y De Pascua Lama, en defensa de los glaciares, fue ganadora del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (2011). En 1996, El corazón a contraluz fue seleccionada como una de las tres mejores novelas francesas o extranjeras publicadas ese año en Francia y recibió el premio Prix Rhône Alpes.
Editorial Catalonia
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