Una pesadilla llamada gripe A
El otro gran miedo del año cubrió la boca de medio mundo con mascarillas. Ni siquiera los besos se libraron del antifaz. La gripe A, nacida en México, y difundida hasta la saciedad física (por todo el mundo) y psíquicamente (por los medios de comunicación) llenó los aeropuertos y hospitales de todo el mundo de caretas. También las calles de algunas ciudadades. Dos jóvenes se besan la pasada primavera en algún lugar del Distrito Federal de México. Sólo la tez de los jóvenes le da algo de calor a una imagen llena de fríos azules. Todavía es pronto para saber si los miedos fueron gratuitos o volverán las mascarillas a cubrir la bocas de todo el mundo.
El otro gran miedo del año cubrió la boca de medio mundo con mascarillas. Ni siquiera los besos se libraron del antifaz. La gripe A, nacida en México, y difundida hasta la saciedad física (por todo el mundo) y psíquicamente (por los medios de comunicación) llenó los aeropuertos y hospitales de todo el mundo de caretas. También las calles de algunas ciudadades. Dos jóvenes se besan la pasada primavera en algún lugar del Distrito Federal de México. Sólo la tez de los jóvenes le da algo de calor a una imagen llena de fríos azules. Todavía es pronto para saber si los miedos fueron gratuitos o volverán las mascarillas a cubrir la bocas de todo el mundo.
Foto: Luis Acosta / AFP
El Mundo
Comments