Cuentos del asfalto: Peligros en la tercera edad

Contrario a eras anteriores cuando al llegar a la edad mayor nos hacíamos más sabios, ahora algunos ancianos actúan como adolescentes.

¿Qué le pasa a las personas mayores?Hablo de aquellos que han pasado de la madurez, digamos, de los sesenta y tantos años de edad. Los que antes llamabamos “viejos”, pero que ahora les decimos “grandes”, seniles o, y este es mi nombre favorito, los “de juventud acumulada”.

Pregunto esto por observaciones que he venido haciendo desde hace algunos años sobre el comportamiento de personas que llamamos de “la tercera edad”. Hace algunas semanas se publicó en el diario Wall Street Journal un artículo sobre los Boomers norteamericanos (aquellos que nacieron entre 1946 y 1964) y por el hecho de que algunos se niegan que los llamen “abuelos”.

Criados en la contracultura, el movimiento hippie, la revolución sexual, la experimentación con las drogas y bajo el mantra de “nunca confíes en nadie mayor que treinta (años de edad)”, los Boomers pensaron que nunca se harían viejos y que vivirían eternanente adolescentes. Su himno fue la canción de Bob Dylan, Forever Young (Eternamente jóvenes).

Por supuesto, el tiempo les ha demostrado lo contrario. Sin embargo, algunos siguen actuando como adolescentes.Y con esto no estoy diciendo -para nada- que este comportamiento de adolescente tenga que ver con la inteligencia de una persona. Les contaré de un caso que conozco.Tengo un amigo que ya pasó de los ochenta años de edad. Es un hombre sumamente inteligente, que domina varios idiomas, estudió filosofía y entre su familia cuenta con varias personas que son reconocidas por su sabiduría.

Sin embargo, mi amigo tiene un defecto: es mujeriego. Hace pocos años, después de más de casi 30 años de estar casado con una señora muy buena, terminó divorciándose.

Desde entonces se ha casado varias veces, proponiéndole matrimonio a la primera dama que es menor en edad que él y que lo acepte como amigo. Lo último que supe de él es que la última mujer (quien sospecho que se casó con él para que le arregle papeles) que tiene -mucho menor en edad que mi amigo- lo maltrata con la ayuda de los hijos de ésta, unos pandilleros, y ahora el que antes era un gran sabio, ahora es un viejo derrotado que tras haber malgastado sus ahorros, anda por la calle de la amargura.

ALGUNOS, quizás me dirán que, “¿a ti qué te importa todo esto? que al fin y al cabo tu amigo está haciendo lo que quiere y que si desea vivir sus últimos días de raboverde empedernido, pues allá él”.

No estoy de acuerdo. Los amigos somos amigos precisamente porque los queremos y les somos leales, no por justificar sus excesos.Contrario a épocas anteriores, cuando al llegar las canas, llegaba la sabiduría, hoy en día muchos de nuestros ancianos parecen adolescentes desenfrenados. Tal vez algo tenga que ver el mal uso del viagra, droga que ciertamente ha enloquecido a algunos muchas personas que deberían de estar disfrutando de sus años otoñales de forma tranquila, no haciendo el ridículo, divorciándose a una edad mayor y yendo tras mujeres (o en el caso de las damas) hombres mucho más jóvenes.

Mas volviendo a los de la tercera edad, Cicerón, el más grande orador romano, un patriota, filósofo y estadista (cuyas hazañas han llevado a muchos a llamarlo como “El primer americano”) escribió a los 62 años de edad un libro de ensayos sobre la edad avanzada llamada La senectud.

Aconsejo a todos que la lean. También animo a todos que adquieran La columna de hierro, una increíble novela histórica sobre Cicerón por esa dama de las letras, Taylor Caldwell.
En La senectud, Cicerón, quien influyó no sólo a los mejores políticos y estadistas que ha dado el mundo, sino a los sabios más grandes del cristianismo como San Agustín, escribió que al contrario del pensamiento moderno de hoy, en el que vemos a personas mayores actuar como chiquillos malcriados, los de la tercera edad deben comportarse con sabiduría, con rectitud, afrontando a todo con parsimonía y tranquilidad.

“Los que en sí mismos no tienen ningún recurso para vivir tranquila y felizmente, juzgan incómoda toda edad; pero los que encuentran todos los bienes dentro de sí mismos, nada de lo que acontece por necesidad de la naturaleza les puede parecer malo. En este género de acontecimientos, ocupa el primer lugar la vejez”, escribió Cicerón, agregando: “Los necios echan la culpa de sus vicios a la vejez.”

Pero para llegar a ser una buena persona mayor de edad, es necesario haber vivido de joven una vida recta, honesta, escribió el romano.“Alabo aquella vejez que se fundamenta en una buena juventud. …. No son las canas ni las arrugas las que dan autoridad; la edad anterior vivida honestamente es la que logra los más excelentes frutos de autoridad”. Y prosiguió: “Así, pues, la vejez es honesta si se defiende a sí misma, si conserva su derecho, sino es esclava de nadie y si tiene pleno dominio de los suyos hasta el último instante de su vida. Y como alabo al joven que tiene algo de anciano, así también al anciano que tiene algo de joven; el que esto posea podrá ser anciano de cuerpo pero no de espíritu”.

Como vemos, Cicerón no estaba en contra de los ancianos que actuaban con espíritu juvenil. ¡Todo lo contrario!El orador romano decía que es bueno que los ancianos tenga un espíritu joven. Ah, ¡Pero ojo! Dije “espíritu joven”, no de raboverde.

El mismo Papa Juan Pablo II, en su “Carta a los ancianos”, cita a Cicerón, diciendo que la vejez “es la corona de la vida, el último acto en la obra de nuestra vida”.

Es por eso que hace algunas semanas, cuando el señor Ricardo García, quien fue el fundador de Radio KDNA y su director por décadas, me dijo que pensaba proponerle a la que fue su emisora un programa para personas mayores, me llenó de alegría.

Creo que no hay nadie mejor que el señor García para crear, producir y ser el locutor para un programa para los latinos de la tercera edad del Valle. Él encaja la descripción de Cicerón a la perfección, pues pocos cuestionarían el hecho que García, quien a sus 71 años de edad se encuentra en excelentes condiciones en todos los sentidos, ha vivido una vida honesta y ejemplar, ayudando siempre a los hispanos de forma desinteresada.

Tengo el honor de ser invitado cada miércoles a Radio KDNA, la cual considero como la mejor emisora de Washington y una de las mejores en español del país. Con esto le pediría humildemente a los dirigentes de tan buena radiodifusora que con la ayuda del señor García crearan ese programa para los latinos de edad avanzada del Valle.Mis mejores deseos para ellos y para aquellos que realmente saben vivir bien la tercera edad.

By JOSEPH TREVINO/El Sol de Yakima

Joseph Treviño es el editor de El Sol de Yakima. Su columna, Cuentos del Asfalto, aparece semanalmente.