TOMAS BRAVO (REUTERS)
La primera víctima mortal del golpe de Estado en Honduras se llamaba Obed Murrieta y tenía 19 años. Un soldado le ha disparado en el aeropuerto de Tegucigalpa cuando participaba en una manifestación a favor de Manuel Zelaya, el presidente depuesto por las Fuerzas Armadas. Este es el rostro de la desolación encarnado en su madre, Silvia Mancillas, sentada junto al ataúd de su hijo a las afueras de la capital.
Soitu
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