Este es un tema importante y apareció en el períodico digital La Autentica Defensa, de Campana, Argentina, un artículo escrito por el Doctor Juan Carlos Roma, del cual hemos sacado esta información
Hay ideas instaladas en la sociedad que son falsas y peligrosas. Una de ellas es considerar que es normal que las personas adultas mayores se caigan frecuentemente. Sin embargo, los especialista, alertan sobre los cuidados que hay que tomar para evitar este tipo de situaciones porque muchas de las causas son modificables, y además porque los consecuencias comprometen seriamente la salud de los ancianos.
En el extremo de los peligros, las estadísticas indican que, en la población mayor los accidentes son la quinta causal de muerte y el 70 % de las mismas se deben a caídas. En el resto de los casos, ocasionan desde heridas leves, hasta fracturas o lesiones; y además, pueden ser el punto de partida de trastornos psicológicos como ansiedad, restricción de las actividades, temores, pérdida de confianza y autonomía.
Está estudiado que un tercio de los mayores de 65 años se caen una o varias veces al año; y más del 50 % lo hacen en forma repetida. Además, las estadística indican que, de todos los que se caen, el 15 % necesita atención por excoriaciones o heridas leves; el 5 % tiene fracturas y, de ellos, sólo el 1 % es una fractura de cadera.
Causas
Son muchos los factores que interactúan cuando alguien mayor se cae. Hay variables fisiológicas inherentes a la edad:
o La vista: hay alteración en la visión de los colores (amarillo y rojo son los que mejor se distinguen); se necesita mayor luminosidad (a los 50 años se necesita el doble de luz para ver igual que a los 20; a los 80 años, el triple); disminuye la agudeza y el campo visual (pérdida de visión periférica).
o El oído: hay disminución de la audición o en la discriminación del lenguaje.
o Neurológicas: hay un retardo en las respuestas ante los estímulos; menor movilidad articular, tonicidad muscular, fuerza.
Además, hay factores determinados por enfermedades (desde artrosis hasta complicaciones neurológicas, cardiovasculares, etc) o por efectos de medicamentos.
Por fuera de las personas, también hay riesgos ambientales que provocan caídas. Los más comunes tienen que ver con características del suelo (desniveles, alfombras parciales, etc), iluminación defectuosa o insuficiente, escaleras, el cuarto de baño y el dormitorio.
Prevención
"La mejor prevención es la actividad física porque tiene efectos benéficos en el área mental, cardiovascular, neurológica, psicológica y social", asegura el Dr. Schifis. Es decir, mantener una rutina de ejercicios semanales acorde a la edad y las posibilidades de cada persona.
Además, para evitar las caídas se deben controlar con regularidad la visión y la audición. Y también, el médico debe supervisar la medicación. "En general, son pacientes poli medicados y los efectos colaterales se observan con el tiempo. Por ejemplo, algunos fármacos alteran la coordinación, la marcha y el equilibrio", asegura el especialista.
Por otra parte, todos los factores de riesgo ambiental hay que modificarlos. En el cuarto de baño, lo mejor es reemplazar la bañadera por un zócalo bajo; colocar agarraderas y antideslizantes. Barandas dobles en las escaleras. Aumentar la luz artificial dentro de los cuartos. Es decir, modificar todo aquello que dentro de la casa pueda entorpecer o dificultar los movimientos o implique riesgos de caídas.
Schifis apunta algunos consejos muy concretos:
o en la cama, es fundamental levantarse y acostarse despaciosamente.
o al agacharse o incorporarse, hacerlo lentamente para evitar los mareos.
o Al utilizar el inodoro, los pacientes que sufren de artrosis de cadera sienten dolor al agacharse y se dejan caer. Esto puede causar una fractura de cadera y es recomendable elevar el inodoro o colocar adaptadores.
o Las mesas deben ser firmes y las sillas tener apoyabrazos de ambos lados y respaldos altos.
o Usar calzado cómodo y ajustado al pie.
o No tener en las habitaciones alfombras parciales.
o No cargar peso (por ejemplo, al ir a comprar cosas) para evitar perder la estabilidad.
Si bien hay causas irreversibles en el tema causas, una buena evaluación neurológica puede descubrir enfermedades con tratamientos muchas veces alentadores...sólo es cuestión de consultar con su neurólogo de confianza.
Hay ideas instaladas en la sociedad que son falsas y peligrosas. Una de ellas es considerar que es normal que las personas adultas mayores se caigan frecuentemente. Sin embargo, los especialista, alertan sobre los cuidados que hay que tomar para evitar este tipo de situaciones porque muchas de las causas son modificables, y además porque los consecuencias comprometen seriamente la salud de los ancianos.
En el extremo de los peligros, las estadísticas indican que, en la población mayor los accidentes son la quinta causal de muerte y el 70 % de las mismas se deben a caídas. En el resto de los casos, ocasionan desde heridas leves, hasta fracturas o lesiones; y además, pueden ser el punto de partida de trastornos psicológicos como ansiedad, restricción de las actividades, temores, pérdida de confianza y autonomía.
Está estudiado que un tercio de los mayores de 65 años se caen una o varias veces al año; y más del 50 % lo hacen en forma repetida. Además, las estadística indican que, de todos los que se caen, el 15 % necesita atención por excoriaciones o heridas leves; el 5 % tiene fracturas y, de ellos, sólo el 1 % es una fractura de cadera.
Causas
Son muchos los factores que interactúan cuando alguien mayor se cae. Hay variables fisiológicas inherentes a la edad:
o La vista: hay alteración en la visión de los colores (amarillo y rojo son los que mejor se distinguen); se necesita mayor luminosidad (a los 50 años se necesita el doble de luz para ver igual que a los 20; a los 80 años, el triple); disminuye la agudeza y el campo visual (pérdida de visión periférica).
o El oído: hay disminución de la audición o en la discriminación del lenguaje.
o Neurológicas: hay un retardo en las respuestas ante los estímulos; menor movilidad articular, tonicidad muscular, fuerza.
Además, hay factores determinados por enfermedades (desde artrosis hasta complicaciones neurológicas, cardiovasculares, etc) o por efectos de medicamentos.
Por fuera de las personas, también hay riesgos ambientales que provocan caídas. Los más comunes tienen que ver con características del suelo (desniveles, alfombras parciales, etc), iluminación defectuosa o insuficiente, escaleras, el cuarto de baño y el dormitorio.
Prevención
"La mejor prevención es la actividad física porque tiene efectos benéficos en el área mental, cardiovascular, neurológica, psicológica y social", asegura el Dr. Schifis. Es decir, mantener una rutina de ejercicios semanales acorde a la edad y las posibilidades de cada persona.
Además, para evitar las caídas se deben controlar con regularidad la visión y la audición. Y también, el médico debe supervisar la medicación. "En general, son pacientes poli medicados y los efectos colaterales se observan con el tiempo. Por ejemplo, algunos fármacos alteran la coordinación, la marcha y el equilibrio", asegura el especialista.
Por otra parte, todos los factores de riesgo ambiental hay que modificarlos. En el cuarto de baño, lo mejor es reemplazar la bañadera por un zócalo bajo; colocar agarraderas y antideslizantes. Barandas dobles en las escaleras. Aumentar la luz artificial dentro de los cuartos. Es decir, modificar todo aquello que dentro de la casa pueda entorpecer o dificultar los movimientos o implique riesgos de caídas.
Schifis apunta algunos consejos muy concretos:
o en la cama, es fundamental levantarse y acostarse despaciosamente.
o al agacharse o incorporarse, hacerlo lentamente para evitar los mareos.
o Al utilizar el inodoro, los pacientes que sufren de artrosis de cadera sienten dolor al agacharse y se dejan caer. Esto puede causar una fractura de cadera y es recomendable elevar el inodoro o colocar adaptadores.
o Las mesas deben ser firmes y las sillas tener apoyabrazos de ambos lados y respaldos altos.
o Usar calzado cómodo y ajustado al pie.
o No tener en las habitaciones alfombras parciales.
o No cargar peso (por ejemplo, al ir a comprar cosas) para evitar perder la estabilidad.
Si bien hay causas irreversibles en el tema causas, una buena evaluación neurológica puede descubrir enfermedades con tratamientos muchas veces alentadores...sólo es cuestión de consultar con su neurólogo de confianza.
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