No hay rincón de Roma que no rezume hoy indignación por el plan de austeridad aprobado con una velocidad récord por el parlamento. Muchos ciudadanos consideran que se les ha tomado el pelo: a partir del lunes deberán pagar por algunos servicios públicos hasta ahora gratuitos, mientras que otras medidas destinadas a los más ricos no se aplicarán hasta el año 2013.
- “No sé si esto ayudará a la economía, pero sí que vaciará nuestros bolsillos”, se quejaba un vecino de Roma.
- “Estoy sin palabras. Berlusconi ha estado callado dos días y después solo ha dicho que seguimos adelante y que el gobierno es más fuerte. Créame, la mayoría de los italianos estamos sin palabras y lo peor es que no tenemos armas para luchar contra esto”, añadía una mujer.
El Parlamento italiano aprobó ayer definitivamente un plan de ajuste presupuestario que pretende ahorrar 79.000 millones de euros de aquí a 2015. Entre otras medidas se contempla la reintroducción del copago sanitario y recortes en los beneficios fiscales de las familias.
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