La afrenta del prestigioso premio alemán Quadriga a Vladímir Putin “no afectará a las relaciones ruso-germanas”. Así lo asegura un portavoz del primer ministro ruso a pocas horas del inicio, este lunes, de una cumbre bilateral en Hanover. En el origen de la polémica está el anuncio de la concesión del galardón al mandatario ruso en reconocimiento a su labor en favor de la estabilidad y solidez de las relaciones entre ambos países. Sin embargo, la fundación privada que lo otorga decidió dar marcha atrás tras recibir un aluvión de críticas desde distintos frentes. En Rusia, la calle está dividida:
- “Hay una opinión extendida que dice que Putin no merece este premio porque en Rusia hay muchos problemas, pero no creo que sea una buena razón. También hay muchos problemas en otros países, como Alemania o Estados Unidos, así que no me parece que sea una razón convincente”, argumentaba un vecino de Moscú.
- “Creo que es demasiado pronto para darle este premio, porque este es un país sin ley”, replicaba una mujer.
El premio Quadriga reconoce el compromiso de destacadas figuras con la democracia y la defensa de los derechos humanos. El ex presidente checo, Vaclav Havel, llegó a amenazar con devolver su galardón si se lo daban a Putin.
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