A algunos les conocía personalmente y todos eran compañeros de partido. El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, se ha trasladado a la isla de Utoya. En el escenario de la masacre, ha intentado consolar a sus compatriotas y mostrar la proximidad con las víctimas.
“Espero que seamos capaces de mantener algunas de las cosas más importantes que hemos visto en la sociedad noruega, que somos una sociedad abierta, una sociedad democrática, y que tenemos una sociedad en la que hay una estrecha relación entre los políticos y la gente”, ha dicho el mandatario
Los reyes noruegos también han acudido al lugar para mostrar sus condolencias. Mientras, las autoridades del país trabajan con las agencias de inteligencia extranjeras para intentar averiguar si existía alguna conexión internacional en la autoría de los atentados.
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